Desde que se estrenó la cinta DUNE, protagonizada por Timothée Chalamet y Zendaya, no ha dejado de estar en la conversación de los internautas, pero este estreno de HBO MAX también logró llamar la atención de un trío de científicos de la Universidad de Bristol.
Los investigadores se dieron a la tarea de recrear las condiciones ambientales de Arrakis, el planeta desértico donde se lleva a cabo la saga creada por Frank Herbert, para dar una respuesta basada en la ciencia a la pregunta que seguramente te hiciste si ya viste la película: ¿será posible para los humanos vivir ahí?
Para realizar este trabajo, los científicos partieron de un modelo basado en “las mismas leyes físicas fundamentales que gobiernan el clima en la Tierra”. Después, introdujeron los datos de Arrakis, gracias a la impresionante descripción de los detalles que hace el autor de la novela escrita en 1965.
Por ejemplo, usaron la información topográfica que describe Herbert, quien revela que la forma y órbita de Arrakis es “esencialmente circular” y similar a la de nuestro planeta.
Además, los tres expertos en la construcción de modelos de simulación climática introdujeron en el modelo datos de la composición de la atmósfera del supuesto planeta que, a diferencia de la Tierra contiene menos dióxido de carbono (350 partes por millón.
La mayor diferencia entre ambos planetas era la concentración de ozono, ya que en Arrakis llega hasta el 0.5% muy por encima de la Tierra. El ozono supone un elemento muy importante en la medida en que presenta una eficacia 65 veces mayor que el CO2 a la hora de calentar la atmósfera, medido en periodos de 20 años.
Tras casi cuatro semanas de espera, los científicos obtuvieron la respuesta a la pregunta del millón ¿se puede vivir en Arrakis?
Realidad simulada VS. Ficción
En los libros Herbert describe un planeta con un sol implacable y páramos desolados de arena y roca. No obstante, el clima se vuelve más benévolo en las regiones polares, en dirección a las ciudades de Arrakeen y Carthag.
Sin embargo, el modelo mostró un comportamiento totalmente opuesto, pues las zonas polares reportaban las temperaturas más extremas. Durante el verano, las temperaturas podrían alcanzar los 70 grados en la arena. Y, en los inviernos, las personas terminarían congeladas con temperaturas de entre -40 y -75 grados.
Aunque se entiende que Herbert haya intuido que las zonas polares serían las más adecuadas para la vida en un planeta que se está incendiando, resulta que el simulador se comporta de una manera, que aunque podría entenderse como un tanto contradictoria, tiene una explicación científica.
De acuerdo con los investigadores, las regiones polares de Arrakis presentaban unos niveles de humedad en la atmósfera significativamente más altos, y una mayor presencia de nubes altas que no dejaban pasar la luz. Esto contribuye a aumentar las temperaturas, pues el vapor de agua es un gas de efecto invernadero.
Otras diferencias son que en los libros se afirma que en el planeta inhóspito nunca llueve, pero el simulador demostró que podrían caer algunas leves precipitaciones durante el verano y el otoño en las regiones de mayor latitud.
Además, Herbert describe que existen capas de hielo en los polos de Arrakis, pero esto sería imposible si el planeta fuera real.
¿Se puede o no se puede vivir en Arrakis?
Tras conocer los resultados de su exitoso modelo de simulación climática, los expertos concluyeron que sí es posible vivir en el planeta descrito en Dune, pero no en las mismas regiones que menciona Herbert.
Los habitantes del planeta Arrakis sí podrían sobrevivir en los trópicos donde las temperaturas podrían alcanzar los 45 grados en los meses más calurosos, mientras que en los meses más fríos llegaría a mínimas de 15.
De hecho, debido al cambio climático ese tipo de temperaturas extremas ya se registran en ciertas regiones de la Tierra. No sería extraño que si las naciones no toman cartas en el asunto de manera urgente, muy pronto, la humanidad esté viviendo un Arrakis en la Tierra.
Si no has visto la cinta acá te dejamos el avance:
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