¿Has escuchado hablar de la teoría del "índice del dobladillo" (Hemline Index)? Surgió en la década de 1920 y se le atibuye al economista George Taylor.
Básicamente, la idea de esta tendencia es que la longitud y el largo de las faldas que usamos las mujeres, está correlacionada con la economía. En tiempos de crisis, las faldas suelen ser muy largas; hasta el piso, mientras que esta prenda para mujer se acorta cuando la economía está en auge.
¿Es una mera coincidencia que cuando la economía pasa por su peor momento, las mujeres usen faldas largas? El investigador Desmond Morris lanzó su libro "A Field Guide to Human Behaviour" (1977) en donde utilizó un gráfico para representar las diversas épocas a través de la falda. El tiempo que abarcaba la investigación era de 1921 a 1977.
Como se puede ver en el estudio, en la década de 1920 las faldas se fueron acortando y solían llevarse hasta la rodilla, no obstante, tras el desplome de Wall Street y la gran Depresión económica de 1929, las faldas volvieron a llevarse muy largas. Para la época de la Segunda Guerra Mundial, cuando las naciones europeas estaban devastadas por los conflictos armados, la asolada Francia de 1947 impuso el ya icónico "New Look" de Christian Dior (caracterizado por sus voluminosas y largas faldas).
Las minifaldas se pondrían de moda en Estados Unidos, en la década de 1960 debido al repunte económico de la nación, pero volverían a alargarse en 1971 con la crisis mundial de petróleo. Para la década de 1989 las faldas volvieron a acortarse hasta el colapso del mercado de valores en 1987.
Para 1990, con el advenimiento y avances tecnológicos las faldas volvieron a acortarse y desde entonces, ningún economista o estadístico, independientemente del género, ignora la correlación que existe entre la economía y esta prenda femenina.
Un estudio realizado en 2010 en la Universidad Erasmus de Rotterdam, titulado, 'The Hemline and the Economy: Is There Any Match?' utilizó datos mensuales sobre el largo de la falda entre los años 1921 a 2009 y se concluyó que existe, en efecto, una fuerte correlación entre la longitud del dobladillo y la economía de los Estados Unidos. Sin embargo, se observó un desfase de aproximadamente tres años para que la moda respondiera a los efectos económicos.
A medida que la pandemia de la Covid-19 continúa causando una grave crisis económica en todo el mundo, las grandes casas de moda ya nos muestran cómo la correlación del Hemline Index sigue cumpliéndose, pues lo que predomina en la moda del 2022 son las faldas hasta el suelo, o al menos, por debajo de las rodillas.
Haircut Indicator
Otros predictores peculiares de la economía incluyen el "haircut indicator", tendencia que se volvió muy popular en Japón. Este índice indica que las japonesas tienden a llevar el pelo largo cuando la economía de la nación va bien y corto cuando hay una recesión.
Una explicación razonable es que las mujeres adoptan peinados más cortos en tiempos más difíciles cuando tienen menos dinero para gastar en productos para el cuidado del cabello.
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