¿Sabías que contar con un inmueble propio representa una decisión financiera importante para muchas personas en México?, ya que de acuerdo con el INEGI, del total de los hogares en México, el 21.1% (7.6 millones) informó que alguno de sus integrantes planea rentar, comprar o construir una vivienda.
Desafortunadamente, no todas las personas tienen la misma capacidad económica, pues mientras algunos poseen los recursos para comprar una casa (considerando enganche y mensualidades del crédito), existen quienes todavía no tienen esta solvencia, pero buscan que una casa sea parte de su futuro y, para lograrlo, deben emplear estrategias de ahorro e inversión a largo plazo.
Aunque en principio pareciera mejor opción comprar una casa que rentarla, porque al final el sujeto se convierte en propietario, en términos de números y beneficios, siempre es bueno preguntarse y responder qué es lo más conveniente.
Para ayudarnos a comprender cada alternativa, la Proptech Yave, comparte distintos escenarios que deben considerarse si se está en posibilidad de decidir entre ambos, con el fin de saber si conviene más rentar o comprar vivienda.
¿Cómo decidir si comprar o rentar?
1. Según tu estilo de vida
Considera rentar si te encuentras en un trabajo donde con frecuencia necesitas cambiar de ubicación o si eres una persona nómada. También si no te gusta estar en un sólo lugar o si tu empleo te brinda la flexibilidad de hacer home office o workation (término utilizado cuando se tiene la oportunidad de trabajar desde lugares que suelen ser para vacacionar).
Considera comprar si tu trabajo conlleva estar en una oficina a tiempo completo, y si este empleo te ofrece ingresos regulares. Recuerda que tener una hipoteca implica una responsabilidad a largo plazo, por lo cual, debe contemplarse si no tienes pensado cambiarte de ciudad dentro de los próximos cinco o diez años.
2. Etapa de la vida
Considera rentar si estás empezando a trabajar y deseas independizarte. En estos casos, alquilar un lugar pequeño puede ser lo mejor. Mientras atraviesas el proceso de encontrar estabilidad laboral y financiera, podrás conocer distintas zonas de la ciudad y escoger la que mejor se acople a tu forma y capacidades de vida. Así más adelante, podrás adquirir una vivienda.
Considera comprar si tienes estabilidad laboral e ingresos comprobables. También si comienzas a pensar en tener un lugar propio para tu retiro. De igual forma, considera comprar si decidiste formalizar con tu pareja y ya ya encontraron un lugar donde les gustaría vivir. Recuerda que pueden solicitar un crédito mancomunado (coacreditación), así la institución financiera podría brindarles mejores condiciones de pago.
3. Situación financiera
Considera rentar si por el momento tus ingresos y gastos no cubren el pago de una hipoteca. Puedes comenzar a juntar el dinero necesario para el enganche, mismo que representa una cantidad importante de capital. Es importante tener en mente que adquirir una casa es un proyecto a largo plazo.
Considera comprar si tus finanzas personales son saludables, cuentas con ahorros que te pueden respaldar para el enganche —entre otros gastos iniciales—, ya revisaste que tus ingresos pueden cubrir la mensualidad y es una meta realizable que ya consideraste dentro de tu presupuesto. Analiza tus números y lo que conlleva solicitar un financiamiento. Además de tener una buena salud económica, es necesario que estés consiente que el pago de la hipoteca no sobrepase el 30% de tus ingresos por mes, con el fin de evitar que te quedes sin capital para cubrir tus necesidades básicas.
4. Objetivo de inversión
Considera rentar si por el momento quieres hacer crecer tu dinero antes de adquirir una vivienda y tienes pensado colocar el capital en un instrumento de inversión, ya sea para empezar un negocio o invertir en bienes raíces.
Considera comprar si quieres hacer crecer tu patrimonio con un bien raíz, que a largo plazo tendrá mayor plusvalía. También si contar con un lugar propio es primordial para brindarle seguridad a tu familia.