Mientras en México se mantiene sobre la mesa la discusión para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales sin disminuir el salario de los trabajadores, los grandes empresarios del sector tecnológico a nivel global impulsan una visión radicalmente opuesta. En medio de la polémica sobre los derechos laborales, figuras influyentes del mundo corporativo, defienden esquemas de trabajo más largos, intensos y sin días de descanso.
Este contraste ha generado reacciones tanto en círculos empresariales como en sectores sociales, donde se exige mayor equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores. En el país, el proyecto de reforma a la jornada laboral promovido por diversas bancadas en la Cámara de Diputados de México busca precisamente garantizar que los trabajadores tengan más tiempo libre y mejores condiciones. Sin embargo, la narrativa de los magnates de Silicon Valley plantea una visión opuesta: jornadas extensas como sinónimo de productividad.
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¿Qué empresarios están a favor de que se trabaje de lunes a domingo?
De acuerdo con declaraciones recientes, Elon Musk, propietario de Tesla, SpaceX y la red social X, ha promovido abiertamente un esquema laboral que puede alcanzar hasta 120 horas a la semana. Bajo esta lógica, sus trabajadores estarían trabajando entre 17 y 18 horas diarias, sin fines de semana ni feriados, una rutina que el empresario considera fundamental para mantener la competitividad de sus proyectos, particularmente en el ámbito de la inteligencia artificial y los desarrollos espaciales.
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Por su parte, Sergey Brin, cofundador de Google, ha propuesto un esquema de 60 horas semanales como “el punto ideal” para la productividad. En un memorando interno citado por el New York Times, Brin recomendó a sus trabajadores acudir a la oficina todos los días de la semana, incluidos sábados y domingos, para cumplir con este modelo. Según su argumento, quienes trabajan jornadas laborales mínimas no solo son improductivos, sino que también afectan negativamente al resto del equipo.
El planteamiento de Brin sobre la jornada laboral parte de las exigencias actuales de Google en el desarrollo de su inteligencia artificial Gemini, donde se requiere un alto ritmo de trabajo y resultados inmediatos. De hecho, indicó que un compromiso diario con el trabajo es esencial para competir en el mercado tecnológico global, donde la velocidad de innovación es clave.
Musk, por su parte, ha llevado esta filosofía incluso a su intervención en el aparato gubernamental estadounidense. En publicaciones realizadas en su red social, aseguró que los integrantes del autodenominado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) deben laborar sin descanso, ya que trabajar los fines de semana “es un superpoder” frente a la supuesta lentitud de las burocracias tradicionales.
Este tipo de discursos contrasta profundamente con la realidad en México, donde millones de trabajadores buscan reducir sus jornadas laborales para tener mayor calidad de vida, y donde iniciativas como la de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas se han convertido en una demanda popular. La discrepancia entre lo que se impulsa en países como Estados Unidos y las necesidades laborales en México pone de manifiesto los distintos modelos de desarrollo económico y social que conviven en la actualidad.
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