El pasado 11 de febrero, las redes sociales vieron el nacimiento de la nueva Lady Aeroméxico, una mujer que fue acusada de haberse cambiado a clase premier cuando había pagado un boleto de clase turista en un vuelo que iba de la CDMX a París; sin embargo, nunca se le dio el derecho de réplica hasta ahora.
En entrevista para Proceso, la mujer aseguró que ella no comenzó la agresión, sino un gerente y un sobrecargo de la aerolínea, por lo que ya presentó una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
¿Qué sucedió según la versión de Lady Aeroméxico?
De acuerdo con lo publicado en Proceso, la mujer contó que al llegar al mostrador de Aeroméxico quiso hacer válida la promoción de 'upgrade' que le vendió Aeroméxico vía internet. La mujer había hecho un pago en dólares por un ascenso de clase para su vuelo a Francia, pues quería un mejor asiento y comodidad extra.
Sin embargo, el empleado del mostrador le dijo que no estaba registrado en el sistema. La mujer le enseñó al empleado el cargo en la tarjeta de crédito, pero aún después de consultar con un colega le dijo a la señora que no podía cambiarla de asiento ni me podía recibir las dos maletas porque su ‘upgrade’ no le aparecía en el sistema.
“Le pregunto: ¿Entonces para qué pagué un ascenso?’ Me dice: ‘para tener un mejor asiento, con más comodidades’. Le pregunto: ¿Cuáles son esas comodidades? Y se queda callado. Le pido que por favor cancele el ascenso y me dice que no puede hacerlo, no tiene la posibilidad de cancelar el cobro en su sistema. Le pido que me cambie de asiento y me dice: ‘lamentablemente no le puedo cambiar el asiento ni recibir la maleta extra porque no tengo el ‘upgrade’ en el sistema’”, relató la usuaria de Aeroméxico.
Después de llamar a servicio al cliente y no obtener una solución a su problema, el empleado del mostrador optó por decirle a la señora que abordara porque el avión estaba a pocos minutos de partir y que les explicara en cabina para que la cambiaran de asiento.
Entonces, la mujer se dirigió al avión y se sentó en el último asiento de clase ‘business’ que estaba segura era la clase que le correspondía por el ‘upgrade’; se quitó los zapatos y se durmió porque llevaba varios días viajando. Luego, un sobrecargo la despertó con gritos y le dijo que no era su lugar, que ella debía viajar en clase turista.
“Tengo las pruebas y los cargos a mi tarjeta por el ‘upgrade’, y los puedo poner a disposición de las autoridades correspondientes”, aseguró a Proceso.
Ante esta situación, la señora pidió que le dieran un minuto para despertarse y explicarles la situación; sin embargo, señala que el sobrecargo no le dio tiempo a explicar nada e incluso la roció con desinfectante y anunció en el altavoz del avión:
“Estimados pasajeros vamos a regresar a plataforma a desalojar a una pasajera que se sentó en clase premier teniendo un boleto de clase turista”.
De inmediato, la mujer se levantó y se sentó en el primer asiento de clase turista, y de todas maneras el sobrecargo fue por ella y llamó a “refuerzos de Aeroméxico” para que la escoltaran fuera del avión, a la fuerza, sin escucharla y humillándola públicamente.
La mujer tuvo que abandonar el avión, por lo que, al caminar escoltada por el pasillo, los pasajeros comenzaron a aplaudir y, en algún momento que se bajó el cubrebocas de tela para seguir alegando, le gritaron: “¡Ay! ¡Ya señora! ¡Ya por favor!” o “¡Ya lléguele!”.
El viacrucis para recuperar su equipaje
Además de la humillación, la señora vivió todo un viacrucis para poder recuperar su equipaje, pues a pesar de que le aseguraron que había sido bajado del avión, el equipaje ya iba en camino a París.
“Me preguntaron a dónde me dejaban el equipaje les pedí que lo dejaran en Londres, pero se quedó botado en París. Tuve que pedir que lo trajera otra aerolínea y me dijo que por estrictas instrucciones de Aeroméxico no me podían entregar mi equipaje en mi casa, que debía ir al aeropuerto a recogerlo”, contó la mujer.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ.