Los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín sacaron a la luz el rápido crecimiento en China de uno de los patrocinadores de dicha justa deportiva, nos referimos a la empresa Airbnb, cuya bonanza en el gigante asiático aparentemente se debe a la oferta de 700 alquileres turísticos que la plataforma ofrece en el Tíbet y en el Xinjiang, donde China está acusada de violar derechos humanos.
La situación en dichas zonas es tensa pues existen varias denuncias acerca de detenciones arbitrarias y desalojos en contra de la minoría musulmana que habita en esta región; dichas acusaciones se basan en datos de la ONG Free Tibe, cuya sede está en Londres, obtenidos y verificados por la AFP.
Sin embargo, la plataforma estadounidense de alquileres turísticos no ha renunciado a apoyar los JO que se llevaron a cabo en China, pese a los llamados de asociaciones de defensa de las libertades.
Hasta ahora, Airbnb cuenta con 380 alquileres propuestos en Xinjiang, según Free Tibe y cuenta con otros 300 en el Tibet, donde China está acusada de reprimir la libertad religiosa y la cultura local.
Por supuesto una de las razones para continuar ofertando alquileres en dicha zona son las ganancias que la empresa obtiene en el país asiático, pues un 1% de sus ingresos mundiales están en China. Su volumen de negocios global aumentó 25% el año pasado respecto a 2019, antes de la pandemia de covid-19.
“China es un elemento importante de nuestra vocación de relacionar a gente de todos los países", indicó Airbnb en entrevista para la AFP.
¿Airbnb está pasando por alto un genocidio en en el Tíbet y en el Xinjiang?
Durante la competencia olímpica, varios países, entre ellos Estados Unidos denunciaron la represión de los musulmanes uigures en el Xinjiang e incluso boicotearon "diplomáticamente" los Juegos de Pekín, enviando a sus atletas pero no a responsables oficiales.
Por su parte, el presidente de EU, Joe Biden, utiliza el término de "genocidio" para referirse a lo que ocurre en Xinjiang, una calificación adoptada también el mes pasado por el parlamento francés y categóricamente rechazada por Pekín.
Hasta ahora, Washington acusa a China de obligar a los uigures a trabajos forzosos, y de imponerles esterilizaciones.
¿Qué sucede en Xinjiang?
Expertos de la región y numerosos uigures exiliados en el extranjero acusan al régimen comunista chino de emprender una violenta campaña para eliminar la cultura musulmana del gigante asiático.
De acuerdo con lo publicado por la AFP, uigures exiliados aseguran que los turistas llegaron en masa a Xinjiang después de una ola de detenciones a partir de 2017, lo que vació barrios enteros de sus habitantes uigures.
Además, en 2021, Axios, un medio estadounidense afirmó que Airbnb tenía en su plataforma una decena de inmuebles de Xinjiang que pertenecen a una empresa china vinculada al ejército y que incluso es objeto de sanciones en Estados Unidos.
Para los uigures exiliados, “estas empresas tienen el deber de determinar quiénes son los propietarios y decir por qué tantas viviendas están vacías”.
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