Un evento deportivo de talla mundial como lo son los Juegos Olímpicos cada cuatro años representan un gran gasto cuyos retornos de inversión pueden superar varias decenas de veces la inversión inicial. De hecho según estimaciones de la plataforma Fintonic, las ganancias estimadas de unos Juegos Olímpicos (tomando en cuanto 2008, 2012 y 2016) es de una media aproximada de 8 mil millones de dólares descontando los gastos de organización iniciales.
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“Unas Olimpiadas generan unos 8.000 millones de dólares. La celebración de unos Juegos Olímpicos supone numerosos movimientos por parte de empresas y organizaciones. La venta de derechos televisivos, venta de entradas, patrocinios, Comité Olímpico Internacional, etc. Son muchas las instituciones y organismos que forman parte de unas Olimpiadas. Por ejemplo, para transmitirlos de forma exclusiva, una cadena de televisión debe desembolsar una importante cantidad de dinero.”
Fintonic
Estos gastos y recuperación monetaria son al menos en las condiciones más óptimas que una justa olímpica pueda presentar, sin embargo no hay que olvidar que nos encontramos ante una edición completamente distinta a lo que anteriormente habíamos estado completamente acostumbrados, pues estos Juegos de la XXXII Olimpiada se celebran en medio de una pandemia, lo que mermará en gran medida las ganancias para el país y ciudad sede: Japón, Tokio 2020. La verdadera pregunta tal vez sea: ¿realmente tendrá ganancias Japón tras estos Juegos Olímpicos?
Las ganancias no son sólo monetarias
Para responder la duda anterior primero hay que tomar en cuenta que el costo e inversión de ser la nación organizadora de alguna de las ediciones de las Olimpiadas no siempre se cumple con el presupuesto inicial. En ocasiones los recintos ya construidos donde se tenían planeada la asistencia de los atletas y los eventos deportivos no cumple con las condiciones para poder celebrar ahí dichas competencias y por ello es necesario construir desde cero un nuevo estadio como el caso de El Nuevo Estadio Nacional de Tokio, que se edificó a raíz de la designación de Japón como país sede y supuso una inversión no prevista por la cantidad de 1.23 mil millones de dólares.
Ahora bien, por otro lado, al igual que los desembolsos no planeados también existen las ganancias que muchas personas no consideran en un inicio, ya sea porque de manera monetaria no son tan fáciles de ser cuantificables, es decir: primero la gran exposición mediática del país y de la ciudad sede, ya que esto supone una gran promoción y buena publicidad para figurar como un lugar digno de ser visitado.
Por otro lado, tampoco se toman en cuenta las ganancias a futuro, en momentos previos o durante largo plazo, por ejemplo los empleos generados y la ocupación de un sector económicamente inactivo que hasta ese momento sería ocupado en el mantenimiento, la construcción de nuevos recintos deportivos, etc.
Fintonic, también señala que según un estudio de estimaciones llevado a cabo por la gran firma de consultoría Price Waterhouse Coopers (PWC), cuando Madrid era la candidata para los Juegos de 2020, el PIB español hubiera aumentado en 3.538 millones de euros, como resultado de los gastos de los visitantes. 2.471 millones de euros se generarían en la Comunidad de Madrid (el 70%), lo que supone el 1,3% del PIB regional.
A todo esto siempre hay que sumarle las ganancias más obvias: el desembolso de los turistas en el hospedaje de los hoteles, el consumo en bares y restaurantes locales, el costo de cada una de las entradas a los juegos o eventos deportivos, las propinas a meseros, la entrada a otras atracciones como museos o parques y la compra de souvenirs.
Sin embargo a estas alturas es por muchos sabido que Japón difícilmente alcanzará tales ganancias significativas, en gran parte por las medidas sanitarias que se tomaron para evitar contagios y que prohíben la asistencia de público a los eventos deportivos, así que ¿de dónde saldrán las ganancias que aún puedan tener esta edición de los Juegos Olímpicos?
¿Y las pérdidas?
Según datos de Fitch Ratings estiman que el total de la pérdida en cancelación del público en los eventos (o pérdida de los boletos) es de aproximadamente $400 millones de dólares con un total de 630 mil boletos vendidos y cancelados. Dicha pérdida total será cubierta por el seguro contratado por el Comité Olímpico Internacional, la cual destacan fue mucho menor en comparación a si el evento se hubiera cancelado por completo, pues en ese escenario la pérdida total podría haber ascendido a $4 mil millones de dólares.
Transmisiones televisivas: la mayor ganancia de Tokio en los Juegos Olímpicos
Diversos movimientos sociales fueron los que pidieron al gobierno de la nación nipona que se cancelaran o en su defecto se aplazaran nuevamente esta edición de los JJOO. Sin embargo varios medios de comunicación señalan que tanto el Comité Olímpico Internacional como el gobierno japonés no se podían permitir retrasar nuevamente ni mucho menos cancelar estas olimpiadas.
De acuerdo con el The Washington Post, la NBCUniversal Media una de las empresas más importantes a nivel mundial en materia televisiva y de medios de comunicación pagó la gran cantidad de 7 mil 500 millones de dólares para extender sus derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos en Estados Unidos hasta 2032 (casi la cantidad que Fintonic calcula como el promedio de ganancia en cada edición olímpica).
Respecto a esto, el Washington Post señala a dicho acuerdo entre el Comité Internacional encargado de la organización y la logística de los olímpicos, como “la gallina de los huevos de oro”:
“NBCUniversal es la gallina de los huevos de oro del COI, su mayor fuente de ingresos. El dinero que la cadena recupera en dólares provenientes de la publicidad y los ratings ya no se puede volver a posponer. Tokio no puede perder ni un centavo más, sin importar que eso signifique el aumento de las tasas de infección de la variante delta.”
Otro de los ingresos que Japón seguramente recibirá serán todas las ganancias por el uso de imagen y merchandising que se elabore con los personajes de anime embajadores, lo cual dentro de la cultura oriental y buena parte de occidente es muy popular. También y nada despreciable son los ingresos de los turistas que sin importar que no puedan asistir a los eventos deportivos no cancelaron sus vuelos ni las reservaciones que ya tenían hechas en los hoteles en el país del Sol Naciente y que por ende trae consigo gastos en eventos turísticos, gastronomía y compra de recuerdos o souvenirs.