El 10 de diciembre pasado, una hora y media antes de que un tornado arrasara con un almacén de Amazon en Edwardsville, Illinois, en Estados unidos, una repartidora de la tienda de comercio electrónico y su supervisor de logística se mandaron mensajes de texto que dan cuenta de la falta de sentido común y de abuso laboral en las practicas que realiza la compañía propiedad de Jeff Bezos.
Repartidora: La radio está sonando [la advertencia de tornado],
Supervisor: Sigue entregando.
R: ¿No podemos simplemente llamar a las personas para recibir una advertencia a menos que Amazon nos lo indique?
Fue parte del chat que sostuvo una repartidora con su superior en un texto revisado por Bloomberg.
Cuando la repartidora le sugirió que regresara a la base por su propia seguridad, el supervisor amenazó con despedirla diciendo:
"Si decide regresar con esos paquetes, se considerará que rechazas tu ruta, lo que terminará con no tener un trabajo mañana por la mañana. Las sirenas son solo una advertencia", amenazó el supervisor de logística de Amazon.
Además, una fuente cercana al caso aseguró que los mensajes de texto entre la repartidora y su supervisor son auténticos. Según esa persona, la repartidora estaba a unas 30 millas, unos 48.28 kilómetros de unas instalaciones de Amazon en Edwardsville en el momento del intercambio de mensajes y tenía su base en una estación de entrega al otro lado de la carretera, desde el almacén que fue destruido por el tornado.
Personas que trabajaban en almacén de Amazon en Edwardsville mueren a causa de tornado
Después de que el tornado destruyó las instalaciones de Edwardsville, se confirmó la muerte de seis trabajadores de Amazon; el embudo de aire arrancó el techo del almacén y derribó los muros de concreto de 11 pulgadas de espesor.
En ese contexto, las y los trabajadores que se resguardaron en una zona segura designada, lograron sobrevivir, mientras que los que quedaron atrapados al otro lado del edificio fallecieron.
Esta tragedia ha avadado el continuo debate sobre el mal manejo de situaciones peligrosas por parte de la empresa de Jeff Bezos, sin embargo Amazon insiste en que siguió los protocolos de seguridad estándar.
"Esta era una situación en desarrollo en una amplia área geográfica y, desafortunadamente, el despachador del socio de servicio de entrega no siguió la práctica de seguridad estándar", replicó la vocera de Amazon, Kelly Nantel a Bloomberg.
Según la vocera, el supervisor debía haber indicado a la conductora que buscara refugio después de que ella informar haber escuchado la advertencia de tornado, y durante el intercambio de mensajes de texto
"El equipo local de Amazon se aseguraba de que cada socio de servicio de entrega hubiera indicado a sus repartidores que se refugiaran en su lugar o buscaran refugio y les aconsejó que dejaran de entregar por la noche [...] Bajo ninguna circunstancia el despachador debería haber amenazado el empleo de la repartidora, y estamos investigando todos los detalles de este incidente y tomaremos las medidas necesarias", dijo la vocera.
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