LA NADA Y UNO

El criptochoque del 10 de octubre y cómo Donald Trump destapó la fragilidad del mercado cripto

La falta de regulación, el uso excesivo de apalancamiento, la ausencia de mecanismos de protección y las fallas técnicas en las plataformas son una receta para el desastre.

¿Las criptomonedas podrían colapsar el mercado global?Créditos: Especial
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El pasado 10 de octubre en punto de las 16:50 horas., cuando los mercados tradicionales ya habían cerrado, el presidente Donald Trump lanzó una bomba digital que sacudió al mundo cripto. En lo que parecía una respuesta a las nuevas restricciones de China sobre minerales raros —materiales esenciales para la tecnología moderna— el mandatario anunció en redes sociales un aumento del 100% en los aranceles al país asiático y nuevas restricciones a las exportaciones de software.

Aunque los mercados bursátiles estadounidenses apenas reaccionaron y los asiáticos permanecieron estables, el ecosistema de las criptomonedas sufrió un colapso instantáneo. El precio de Bitcoin cayó más de 10 mil dólares en minutos, y se liquidaron posiciones apalancadas por valor de 19 mil millones de dólares.

Fue una crisis de liquidez global, comprimida en menos de una hora: una advertencia clara de que el mercado que más exige ser tomado en serio podría ser el menos preparado para enfrentar choques reales. Molly White, experta en tecnología y crítica del ecosistema cripto, ofrece un análisis claro y puntual acerca de lo que ocurrió ese día; a continuación le presento las que me parecieron sus principales ideas.

China, minerales raros y una guerra comercial en ebullición

El día anterior, China había anunciado nuevas restricciones a la exportación de minerales raros, insumos clave para la fabricación de productos tecnológicos avanzados. Dado que el país asiático controla casi en su totalidad el procesamiento de estos materiales, la medida fue vista como una escalada en la guerra comercial con Estados Unidos.

El Presidente Trump respondió con amenazas de aranceles masivos y controles a las exportaciones de software. Aunque el anuncio fue hecho en un horario que minimizó su impacto en los mercados tradicionales, el mundo cripto —que opera 24/7— absorbió el golpe de lleno.

La caída libre de Bitcoin y el efecto dominó

En cuestión de minutos, Bitcoin se desplomó un 10%, y altcoins como Solana cayeron hasta un 40%. Incluso el memecoin vinculado a Trump perdió más del 60% de su valor. La firma Wintermute reportó que el precio promedio de los tokens cripto cayó un 54%, y más del 90% de ellos perdieron al menos un 10% de su valor.

La falta de liquidez en los mercados cripto exacerbó la volatilidad. Según CoinDesk, la profundidad de mercado se desplomó más del 80% en minutos. Los formadores de mercado —instituciones que normalmente estabilizan precios asumiendo el lado opuesto de las operaciones— fueron acusados de abandonar sus funciones en el momento más crítico.

Algunos analistas incluso sugirieron que hubo una retirada coordinada para minimizar pérdidas y maximizar oportunidades posteriores.

Sin frenos: la ausencia de mecanismos de protección

A diferencia de los mercados tradicionales, donde existen mecanismos como los “circuit breakers” que detienen el intercambio en momentos de alta volatilidad, el ecosistema cripto no tiene frenos. Cuando los precios caen, no hay pausas para que los inversionistas respiren o se reorganicen. Es un mercado “todo acelerador, sin frenos”.

Esta falta de regulación y protección institucional dejó a los inversionistas vulnerables ante una caída abrupta, sin posibilidad de reaccionar a tiempo.

El caos técnico: plataformas colapsadas y usuarios atrapados

Durante el colapso, múltiples plataformas de intercambio sufrieron fallas técnicas. Binance se cayó por completo, Coinbase reportó “latencia o rendimiento degradado”, Kraken mostró un mensaje genérico de error, y Robinhood congeló operaciones. Stablecoins que deberían mantener paridad de precio con otros activos se despegaron de sus valores, generando liquidaciones erróneas.

La cascada de fallas técnicas permitió que los precios variaran drásticamente entre plataformas. Algunos usuarios acusaron a las criptobolsas centralizadas de proteger sus propios intereses al detener operaciones bajo el pretexto de “dificultades técnicas”. Kris Marszalek, fundador de Crypto.com, pidió públicamente que los reguladores investigaran si algunos intercambios ralentizaron sus sistemas para evitar pérdidas.

Apalancamiento extremo: el combustible del desastre

El uso excesivo de apalancamiento fue el principal catalizador del colapso. Muchos inversionistas habían contratado préstamos para comprar más criptomonedas, creando un ciclo de riesgo que se volvió insostenible cuando los precios de éstas comenzaron a caer. Las liquidaciones automáticas generaron más presión de venta, provocando una espiral descendente.

En los mercados tradicionales, el apalancamiento está regulado y limitado. En cripto, se ofrecen niveles de hasta 100x sin supervisión, con activos volátiles como garantía. Esto permite que una posición se liquide antes de que el inversionista siquiera se entere del riesgo.

Además, muchos “traders” no solo piden prestado contra dólares o stablecoins, sino contra otros activos volátiles. Cuando todos los precios caen simultáneamente, el riesgo se multiplica. En este caso, los “traders” fueron liquidados antes de poder añadir más garantías a sus préstamos, lo que intensificó la caída.

Auto-deleveraging”: el freno de emergencia que también causa daño

Cuando los fondos de contingencia de las plataformas se agotaron, algunas recurrieron al “auto-deleveraging”: una práctica que (entre otras cosas) liquida las posiciones ganadoras de ciertos usuarios para cubrir pérdidas. Hyperliquid, una plataforma DeFi, ejecutó su primer auto-deleveraging en más de dos años, liquidando miles de millones en minutos.

Aunque esta medida ayudó a estabilizar el mercado, también redujo la liquidez y dificultó la recuperación. Binance, por ejemplo, utilizó 188 millones de dólares de su fondo de contingencia en un solo día.

¿Invirtiendo con formación privilegiada?

Tras el colapso, analistas detectaron una cartera que había tomado posiciones cortas apalancadas justo antes del anuncio de Trump, obteniendo más de 150 millones de dólares en ganancias. La sincronía levantó sospechas de uso de información privilegiada. La empresa Arkham etiquetó la billetera como “Trump insider whale”.

Algunos investigadores vincularon la billetera a Garrett Jin, ex CEO de BitForex, una plataforma que cerró en 2024 en medio de acusaciones de fraude. Aunque Jin negó tener relación con la familia Trump, luego eliminó sus declaraciones de las redes sociales, posteriormente afirmó que los fondos no eran suyos, sino de sus clientes.

En los mercados tradicionales, esto habría activado investigaciones de la SEC o el Departamento de Justicia. En cripto no está claro qué autoridad tendría jurisdicción, especialmente cuando las plataformas y los operadores están fuera de los Estados Unidos.

El saldo: pérdidas millonarias, suicidios y rescates silenciosos

Aunque los precios se estabilizaron, muchos inversionistas —especialmente minoristas— sufrieron pérdidas devastadoras. Se reportó el suicidio de un influencer ucraniano tras perder millones en fondos de inversionistas. Binance lanzó un programa de rescate de 100 millones de dólares para instituciones afectadas, lo que sugiere que el daño fue profundo.

Como en crisis anteriores, los efectos secundarios podrían tardar en manifestarse. La caída de Three Arrows Capital en 2021 provocó una ola de quiebras meses después. Esta vez el colapso fue contenido, pero la advertencia es clara: la próxima vez podría no limitarse al mundo cripto.

¿Qué aprendimos del 10 de octubre?

El colapso del mercado cripto tras el tuit de Donald Trump dejó al descubierto las vulnerabilidades estructurales del ecosistema digital. La falta de regulación, el uso excesivo de apalancamiento, la ausencia de mecanismos de protección y las fallas técnicas en las plataformas son una receta para el desastre.

Mientras la industria cripto sigue presionando por una mayor integración con el sector financiero tradicional, exige menos restricciones que éste para productos de alto riesgo que comercializa a inversionistas poco sofisticados. Si el ecosistema cripto se entrelaza aún más con el sistema financiero global, el próximo colapso podría tener consecuencias mucho más amplias.

Este episodio debe servir como una llamada de atención para reguladores, inversionistas y desarrolladores. La promesa de descentralización y libertad financiera no puede construirse sobre una infraestructura tan frágil. Si el mundo cripto quiere ser tomado en serio, debe demostrar que puede resistir los embates del mundo real.

Precio de Bitcoin de hoy

Puede ver el precio de hoy de Bitcoin aquí, así como también el precio de hoy de Ethereum y de las principales criptomonedas. Por Emilio Carrillo Peñafiel, socio de Pérez Correa-González, abogado especializado en temas de financiamiento, tecnología y fusiones y adquisiciones.

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