La empresa de criptomonedas FTX ha presentado una nueva demanda contra su fundador y ex CEO, Sam Bankman-Fried, así como contra otros tres directores, acusándolos de malversar más mil millones de dólares antes de que la empresa se declarara en quiebra en noviembre de 2022.
La denuncia se presentó en el Juzgado de Bancarrotas de Wilmington, estado de Delaware. Según el documento de la demanda, los acusados habrían llevado a cabo el fraude durante un período que abarca desde febrero de 2020 hasta diciembre de 2022. La acusación afirma que los directivos se apropiaron indebidamente de los fondos de la empresa de manera continua, utilizando ese dinero para financiar lujosas propiedades, donaciones políticas, proyectos e inversiones especulativas, en beneficio propio y en detrimento de los intereses de los deudores que les confiaron su dinero.
Además, la demanda sostiene que los acusados fomentaron un ambiente laboral hostil en el que sólo un pequeño grupo de empleados tenía poder prácticamente ilimitado para transferir criptomonedas, también para contratar y despedir personal sin control alguno. Según la acusación, esto condujo a un comportamiento inadecuado que finalmente contribuyó al colapso de FTX, perjudicando gravemente a sus usuarios.
¿Cuáles son los desvíos de fondos que señala la nueva demanda contra Sam Bankman-Fried?
La demanda describe algunos ejemplos específicos de cómo los directivos presuntamente desviaron los fondos de FTX. Uno de ellos ocurrió en enero de 2022, cuando Sam Bankman-Fried transfirió la cantidad de $10 millones de dólares a su padre, quien, según la acusación, utilizó esos fondos para cubrir costosos servicios legales relacionados con la defensa de su hijo.
También se menciona la adquisición de 30 propiedades de lujo en las Bahamas por parte de Bankman-Fried, con un valor total de $243 millones de dólares.
Reacciones de las partes involucradas
Hasta el momento, el representante de Sam Bankman-Fried no ha emitido comentarios públicos sobre las acusaciones. Actualmente, Bankman-Fried se encuentra en libertad bajo una fianza de $250 millones de dólares, siendo una de las fianzas más altas jamás vistas. A pesar de sus intentos por desestimar parte de las acusaciones, estas fueron rechazadas el pasado junio.
Asimismo, tres de sus ex socios han admitido su culpabilidad ante la fiscalía y se han mostrado dispuestos a cooperar con las investigaciones. Un elemento adicional en este escenario es la relación sentimental que se le atribuye entre Bankman-Fried y una de sus ex socias, Caroline Ellison, quien ahora podría testificar en su contra, según un documento del Departamento de Justicia.