Esta semana nos enteramos del cierre de dos bancos: Silvergate Bank, como consecuencia de las quiebras de cryptoexchangers y anunció su decisión de cerrar su unidad bancaria y del cual platicamos aquí hace unas semanas. Dos días más tarde Silicon Valley Bank también quebró.
El colapso de Silvergate Bank se debió no a una pérdida de confianza de sus depositantes en él, sino a que a partir de la quiebra de FTX en noviembre pasado los inversionistas perdieron la confianza en los “crypto-exchanges” en general, y con ello éstos se apresuraron a retirar su dinero del mismo (sus principales depositantes) dejándolo en una condición financiera sumamente precaria.
Silvergate Exchange Network deja de operar: suben costos de transacción en crypto
Ese mismo día el denominado “Silvergate Exchange Network” (SEN) fue cerrado, era un sistema electrónico que operaba 24/7 y permitía a los depositantes de Silvergate Bank intercambiar monedas tradicionales (dólares y euros, principalmente) para pagar compraventas de criptomonedas.
El cierre de Silvergate Exchange Network ha provocado que la liquidez en los mercados para cambiar Bitcoins a dólares o a Tether (una stablecoin) se haya reducido entre un 35% y un 45% al día 11 de marzo comparada con la existente a principios de mes, dificultando estos intercambios.
Algunos analistas estiman que sin el SEN, los costos para intercambiar criptomonedas a monedas tradicionales podrían subir entre un 20% y un 40% en los próximos meses.
Silicon Valley Bank: pésimo manejo de riesgos
El viernes 10 de marzo el Departamento de Protección e Innovación Financiera de California tomo posesión del que hasta entonces era el banco número 16 en los Estados Unidos, medido por el monto de sus activos y empleados de alrededor de 8,500 personas en todo el mundo (aunque la mayor parte de ellas estaba concentrada en ese país).
Este banco se concentraba en atender empresas fondeadas por capital de riesgo y en etapas tempranas de evolución, es decir en las llamadas “start-ups”, a su vez especializadas en sectores tecnológicos y de la salud. Tenía una mínima exposición al sector crypto, pero no se especializaba en atenderlo como lo hacía Silvergate Bank.
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La quiebra bancaria y las malas decisiones de inversión
Los depósitos que recibió Silicon Valley Bank se cuadriplicaron en solo 5 años: de US$44 “billions” en 2017 a US$189 “billions” a fines de 2021, como consecuencia de la gran cantidad de recursos que en esos años recibieron las “start-ups”. Sin embargo, el banco no logró colocar todos esos recursos en préstamos a otros clientes (como es su negocio), su cartera de créditos en ese período pasó de US$23 “billions” a solo US$69 “billions”.
Por tanto, la administración del banco debía encontrar otra forma de obtener ingresos por intereses de todo ese dinero. Así que especialmente durante el 2020 y 2021 se dedicó a comprar valores respaldados por garantías hipotecarias, que le daban un rendimiento de alrededor de 1.5% anual con vencimientos a 10 años, apostando a una posible pero lenta subida de tasas de interés.
Sin embargo, en 2022 el mundo cambió:
- Durante ese año, el banco central de los Estados Unidos subió varias veces las tasas de interés de manera abrupta, buscando controlar la inflación de ese país;
- Con altas tasas, los inversionistas decidieron reducir significativamente los recursos que destinaban a las start-ups, que son por definición proyectos riesgosos, y
- Los dueños de las start-ups decidieron no contratar deuda en un ambiente de tasas de interés altas, y así comenzaron a utilizar los recursos que tenían depositados en Silicon Valley Bank (entre otros) para fondear su negocio.
Pérdidas en ventas de valores ocasionan una corrida bancaria
Es así que los depósitos en Silicon Valley Bank fueron disminuyendo de manera constante; el banco tuvo que vender a una gran pérdida los valores de largo plazo que tenía en su portafolio para entregarle a sus clientes los depósitos que retiraban: esos valores habían sido comprados principalmente en 2020 y 2021, sus rendimientos eran muy bajos, representaban un riesgo moderado y su plazo a vencimiento era largo.
En 2022 y 2023 ya era posible comprar valores del Gobierno Federal de los Estados Unidos, prácticamente sin riesgo, a plazo de un año y con rendimientos del 3.75% o superiores. De ahí que la venta de sus inversiones por Silicon Valley Bank le generó una pérdida de aproximadamente US$1.8 “billions”.
El banco intentó atraer capital de terceros para cubrir esa pérdida, pero no lo logró. Ello, junto con la intención del banco para vender otros US$21 “billions” de su cartera de valores para hacerse de mayor liquidez ante la salida de depósitos, fue muy mal comunicado por el presidente de Silicon Valley Bank en una llamada con sus inversionistas el miércoles 8 de marzo, señalándoles ante la anterior situación que “el banco no tendrá problemas si no le comentan a otros que podríamos tener problemas.”
Lo anterior frente a la comunidad de Silicon Valley, la más interconectada del mundo, causó un pánico que se extendió rápidamente, La acción del banco perdió el 60% de su valor el jueves 9 de marzo y ante los comentarios de su presidente y la delicada situación que expuso, muchos fondeadores de “start-ups” aconsejaron a sus empresas que retiraran sus recursos de Silicon Valley Bank.
Así procedieron (casi) todos hasta que la liquidez del banco se agotó (eso es una corrida bancaria) y con ello las autoridades del estado de California tomaron el control de Silicon Valley Bank el pasado día 10 de marzo.
Precio de Bitcoin de hoy
Puede ver el precio de hoy de Bitcoin aquí, así como también el precio de hoy de Ethereum y de las principales cryptomonedas. Recomiendo este artículo de The Guardian que explica las medidas a ser tomadas por el Gobierno de los Estados Unidos a partir del lunes 13 de marzo en torno a Silicon Valley Bank.
Por: Emilio Carrillo. Abogado especializado en temas de financiamiento. tecnología y M&A. Twitter: @ecarrillop; página web: www.bcarrillog.com. Las opiniones expresadas son personales del autor y no constituyen recomendaciones de inversión; las inversiones en tecnologías novedosas son de muy alto riesgo y cabe la posibilidad de que todos los recursos destinados a ellas podrían perderse.