Las stablecoins juegan un papel muy importante como eslabón entre las monedas tradicionales (como el euro, el dólar o el peso) y las criptomonedas como Bitcoin o ETH. Se trata de criptomonedas cuyo precio está ligado al de algo más (generalmente al dólar americano) y el propósito de esta liga es mantener estable al precio de las stablecoins.
El emplear dólares para comprar Bitcoin puede resultar difícil porque su precio puede variar mucho en un período muy corto (es frecuente que ese precio varíe más del 10% en solo unas horas), y la blockchain de Bitcoin tarda alrededor de 15 minutos en validar una transacción.
No obstante, de esta manera es frecuente utilizar monedas tradicionales para primero adquirir stablecoins que suelen tener un precio estable y, como cualquier otra criptomoneda, se compran y venden fácilmente en los crypto exchanges. Esto da la oportunidad de comprar otras criptomonedas de una manera ágil y sin salir del mundo digital.
La operación inversa también funciona, se puede vender ETH o Bitcoin y recibir stablecoins como pago. Las stablecoins, por tener estas características, son el medio de intercambio más frecuente entre las criptomonedas.
Permiten a los inversionistas mantener su dinero dentro del ecosistema cripto durante períodos de alta volatilidad o mientras deciden el tipo de inversión que pueden adquirir, conservando así ese dinero en activos digitales cuyo precio es estable porque casi siempre es de un dólar americano por cada “token” de una stablecoin.
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¿Cuántos tipos de stablecoins existen y cuál es su función?
Existen tres principales tipos de stablecoins, dependiendo del mecanismo que utilicen para mantener la estabilidad en su precio:
- Stablecoins con colaterales tradicionales
Este tipo de stablecoins mantiene como colateral que garantiza su valor, una reserva de una o más monedas tradicionales como el dólar o el euro. También pueden utilizarse otros bienes como colaterales, tales como metales preciosos (oro o plata) o petróleo crudo, pero casi todas las stablecoins con colaterales tradicionales utilizan dólares americanos o instrumentos de inversión denominados en esa moneda.
Los colaterales de este tipo de stablecoins son generalmente conservados por custodios independientes a los emisores de las stablecoins y son auditados periódicamente para verificar su valor.
- Tether (USDT)
Es la stablecoin más importante en el mercado y una fuente clave de liquidez para el mundo de las criptomonedas. En la fecha en que escribo tiene “tokens” en circulación con valor de más de 65 “billions” de dólares americanos.
El precio de Tether es de un dólar americano por “token”, y desde su emisión en 2014 no ha cambiado prácticamente nada, aún durante los meses turbulentos de este año, pues su emisor afirma (y los inversionistas confían) que el colateral de Tether está totalmente respaldado por bonos del gobierno americano, por deuda corporativa de alta calidad denominada en dólares y por un monto relativamente pequeño de efectivo, también en esa moneda.
- Stablecoins con otras criptomonedas como colateral
Este tipo de stablecoins tiene otras criptomonedas respaldando su precio. Como los precios que se usan como colateral pueden tener un precio volátil, estas stablecoins suelen estar sobrecolateralizadas. Por ejemplo, una criptomoneda con valor de 4 millones puede ser utilizada para garantizar una stablecoin con valor de 2 millones; esto para prevenir una baja del 50% en el valor de la criptomoneda que se usa como colateral.
De acuerdo con Investopedia, la stablecoin Dai (DAI) está ligada al dólar americano pero está respaldada por ETH y otras criptomonedas cuyo valor de mercado es 1.5 veces el valor de todos los “tokens” de DAI en circulación.
- Stablecoins algorítmicas
Las stablecoins algorítmicas generalmente no tienen colateral. El valor de estas se mantiene estable controlando el número de “tokens” en circulación a través de un algoritmo, un programa de computadora que aplica una fórmula predeterminada ya sea para emitir nuevos “tokens” o destruir (“burn”) algunos existentes para así controlar variaciones en el precio de la stablecoin.
Dada su ausencia de (o muy escaso) colateral y principalmente a que su valor depende de un algoritmo, son vulnerables al riesgo de perder la liga con la fórmula que mantiene su precio estable.
En períodos de incertidumbre o de crisis, el hecho de que nadie o muy pocos inversionistas deseen comprar estas stablecoins algorítmicas suele provocar que pierdan mucho valor en un plazo muy corto. Este fenómeno es conocido como una espiral de la muerte, como ocurrió con el sistema Terra-Luna el pasado mes de mayo y del que hablaremos próximamente.
Las stablecoins también implican riesgos
La inversión en stablecoins tiene los mismos riesgos que hemos comentado en semanas anteriores respecto de otras criptomonedas. Sumado a ellos, en el pasado se ha logrado que muchas stablecoins pierdan su liga con aquella cosa de la cual depende su valor.
El caso más reciente es el desmoronamiento del sistema Terra-Luna y que dejó pérdidas a los inversionistas por más de 40 “billions” de dólares americanos. Los emisores de stablecoins se encuentran en la mira de las autoridades.
Estos emisores afirman que “cuando compre usted mi ‘token’ voy a recibir su dinero; en el momento que quiera usted vender ese ‘token’, le devolveré completamente todo su dinero”. Esta es la misma promesa que un banco hace a sus depositantes. Con ello hay quienes opinan que los emisores de stablecoins deben ser regulados como si fuesen bancos. Al día de hoy, el tema sigue siendo debatido.
Puede ver el precio de hoy de Bitcoin aquí, así como también el precio de hoy de Ethereum y de las principales criptomonedas; si le interesa conocer más acerca de las stablecoins, le recomiendo revise esta página.
Por: Emilio Carrillo, abogado especializado en temas de financiamiento, tecnología y M&A. Twitter: @ecarrillop. Las opiniones expresadas son personales del autor y no constituyen recomendaciones de inversión; las criptomonedas son activos de muy alto riesgo y cabe la posibilidad de que toda la inversión en ellas podría perderse.