Cada vez más personas deciden apostar e invertir en las criptomonedas, sin embargo, esto puede ser un riesgo para quienes sufren de alguna adicción. Por eso, el hospital Castle Craig brinda atención a pacientes afectados por el negocio de las criptodivisas y lo que su obsesión puede causar.
El centro médico ubicado en Escocia ofrece programas de tratamiento para distintas adicciones como la droga o el alcohol, y desde 2018 lo hace con la adicción a las criptomonedas, señalando que la decisión de iniciar este tipo de tratamiento se debe a la gran cantidad de solicitudes recibidas por personas preocupadas por el tema.
Según los expertos, los adictos al comercio de criptomonedas muestran conductas similares a las de los apostadores compulsivos. “El mercado de las criptomonedas es fluctuante y de alto riesgo por lo que atrae al jugador compulsivo”, explicó Chris Burn, terapeuta de apuestas del hospital.
Los pacientes con adicción a los criptomonedas se sometan a una serie de terapias cognitivas conductuales y un modelo en 12 pasos, que pasa por el reconocimiento de la conducta adictiva como causante de problemas financieros, familiares y hasta de suicidios, según se expone en la página web del centro.
Castle Craig a simple vista se ve como una mansión, fue rehabilitada para llevar a cabo una clínica médica. El lugar se caracteriza por tranquilo, silencioso y lleno de naturaleza. Como parte de su terapia, los residentes tienen la posibilidad de trabajar en una huerta y en una granja con animales.
El testimonio de un adicto a las criptomonedas
Una paciente con adicción al Bitcoin, entrevistada de manera anónima por la revista Bussines Insider, habló de su tratamiento en el Castle Craig y de cómo pasó de tenerlo todo a quedarse sin nada: llegó a ganar más de 100 mil euros al año.
"Si hubiera invertido mi dinero sabiamente con un asesor financiero y un corredor de Bolsa, a los 60 años hubiese ahorrado 1 millón de libras", aseguró.
Sin embargo, la persona aclaró que sufrió otras adicciones en su vida: desde los 16 años consumía drogas y alcohol, y a los 21 se vio envuelto en una causa por tráfico de estupefacientes que lo llevó a la cárcel.
Tras una mala racha del Bitcoin, perdió su trabajo y se vio socialmente afectado: "Perdí mi integridad, mi confianza y mi patrimonio. Estaba tocando fondo, impotente ante todas mis adicciones. Finalmente, acabé pensando en el suicidio"
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