Desde que Nayib Buekele, presidente de El Salvador, dio a conocer que su país aceptará el uso de Bitcoin como moneda de curso legal, otras naciones de América Latina como México, Argentina y Brasil están considerando la adopción de las criptomonedas. Este emprendimiento los está convirtiendo en pioneros en su utilización, comercialización y extracción de tokens.
Te podría interesar
En ese sentido, políticos de Brasil, Argentina y Paraguay han declarado públicamente que quieren que sus países sigan el ejemplo de El Salvador, al hacer que las criptomonedas sean monedas de curso legal. Mientras que en los países desarrollados el panorama es más preocupante para sectores conservadores, ya que tanto políticos, bancos centrales y reguladores se han mostrado más cautelosos respecto al tema.
América Latina sin temor a las criptomonedas
Recordemos que el 8 de junio el congreso de El Salvador aprobó una ley que reconoce aceptar el Bitcoin como moneda de curso legal, con lo que se otorgó el mismo estatus que el dólar estadounidense en ese país. Tras el anuncio, varios políticos en América Latina han dicho que sus propios países deberían seguir el ejemplo.
En México, el senador por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Eduardo Murat Hinojosa advirtió en Twitter que presentará una propuesta para convertir al Bitcoin en una moneda de curso legal; la senadora de Nuevo León por el partido Movimiento Ciudadano, Indira Kempis Martínez cambió su foto de perfil en apoyo a estas iniciativas.
En tanto, otros políticos de la región se han subido al tren, manifestando su apoyo al criptoactivo, al cambiar su foto de perfil en Twitter por la de los ojos brillantes, los políticos son Carlos Rejala de Paraguay, Fabio Ostermann y Gilson Marques de Brasil y Francisco Sánchez de Argentina.
Mientras que Gabriel Silva, congresista de Panamá, comentó que su país no podía quedarse atrás y que era necesaria una adopción más amplia de las criptomonedas, para atraer innovación tecnológica y espíritu emprendedor.
De acuerdo con especialistas, otros países seguirán el ejemplo de El Salvador por dos motivos: hacer que las criptomonedas como Bitcoin sea de curso legal atraerá a inversionistas en criptoactivos y simplificará la manera de enviar dinero internacionalmente, como las remesas.
De hecho, México ya cuenta con MMXN, su primera criptomoneda estable ligada al peso mexicano, la cual ya está disponible. Entre sus principales usos está la transferencia de remesas, ya que nuestro país ocupa el tercer lugar a nivel mundial en la recepción de estas.
Resistencia para adoptar criptomonedas
La decisión de El Salvador no ha sido bien recibida por los reguladores y políticos de los países desarrollados. El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, comentó que las criptomonedas son demasiado fluctuantes para ser usadas como forma de pago.
El Banco Mundial rechazó la solicitud de El Salvador de ayudar con la implementación de Bitcoin, su argumento son las preocupaciones ambientales vinculadas a la minería de criptomonedas.
Mientras que los reguladores han manifestado preocupación por el uso de criptoactivos para financiar actividades ilícitas.
Bancos centrales ya trabajan en sus propias criptomonedas
Mientras tanto, los bancos centrales de todo el mundo consideran lanzar sus propias criptomonedas, las cuales serían administradas y reguladas de manera centralizada, lo que las hace completamente distintas a otras como Bitcoin o Ether. La Reserva Federal y el Banco Central Europeo están en búsqueda de monedas digitales.
“Su uso en el comercio a pequeña escala y las transferencias de remesas de trabajadores en el extranjero se encuentran entre las principales razones de la popularidad de las criptomonedas en los mercados emergentes. Las monedas digitales de los bancos centrales (Central Bank Digital Currency, llamados CBDC) también podrían facilitar la transferencia de transferencias sociales a los pobres. Esto para mejorar la transparencia de las grandes economías informales. Los nuevos canales podrían ser positivos para el crecimiento económico en los mercados emergentes”, menciona una nota del Bank of America.