El Polo Norte podría desplazarse casi 27 metros para el año 2100, lo que afectaría gravemente la navegación por satélite, advierten los científicos. Este es el punto de referencia para todos los sistemas de navegación del mundo y uno de los lugares más famosos de la Tierra.
Sin embargo, los científicos afirman que el Polo Norte geográfico está en movimiento y podría desplazarse casi 27 metros para el año 2100. A medida que las capas de hielo polares se derriten más rápido debido al calentamiento global, la masa de la Tierra se redistribuye, modificando ligeramente el eje de rotación de nuestro planeta.
Aunque estos cambios podrían ser pequeños a escala planetaria, los científicos advierten que podrían causar estragos en la navegación satelital que afectaría la vida en la Tierra. Y es que a medida que el planeta gira sobre su eje, los cambios en los océanos, la atmósfera y las profundidades del manto fundido hacen que nuestro hogar se tambalee como un trompo.
Si bien la mayoría de las oscilaciones del planeta son regulares y predecibles, científicos de la ETH de Zúrich han descubierto que los cambios provocados por el ser humano pronto superarán los cambios naturales. Dado que los satélites y los telescopios espaciales profundos calculan su posición con referencia al eje de rotación de la Tierra, cualquier cambio en el Polo Norte podría causar graves problemas.
Como cualquier cosa que gire sobre su eje, los grandes cambios en la distribución de la masa terrestre provocan un desplazamiento de la misma. En la mayoría de los casos, este es un proceso normal y predecible causado por factores como los ciclos regulares de las corrientes oceánicas.
Sin embargo, a medida que las capas de hielo y los glaciares del planeta se derriten a causa del cambio climático, se produce una redistribución del peso más rápida que la observada por los científicos en el pasado, lo que provoca el desplazamiento del polo.
El autor principal de la investigación, Mostafa Kiani Shahvandi, de la Universidad de Viena, y su coautor midieron el movimiento de los polos entre 1908 y 2000 y lo compararon con las proyecciones de derretimiento del hielo para determinar su posible desplazamiento en el futuro.
En el peor de los casos, si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el drástico derretimiento de las capas de hielo habrá desplazado los polos 27 metros entre 1900 y 2100. En un escenario más optimista, si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el Polo Norte se moverá hasta 12 metros.
Por ahora, los efectos antropogénicos no están desplazando los polos tanto como las causas naturales. La principal causa actual del desplazamiento polar proviene de la recuperación de la Tierra tras la última glaciación.
Durante la edad de hielo, la corteza terrestre se hundió bajo el peso de los glaciares y se ha elevado desde que se derritieron, redistribuyendo el peso del planeta.
Aunque la última edad de hielo terminó hace más de 10,000 años, los efectos del rebote aún se pueden observar en el desplazamiento natural del Polo Norte. Sin embargo, en un futuro próximo, los científicos afirman que el cambio climático provocado por el hombre superará al rebote de la edad de hielo como el principal contribuyente.
Hielo marino mundial caen un mínimo histórico
Recientemente, los científicos han advertido que el hielo marino mundial (el agua oceánica congelada en los polos Norte y Sur) ha caído a un mínimo histórico. El mes pasado, el hielo marino del Ártico alcanzó su extensión mensual más baja para marzo en los 47 años de registros satelitales.
El hielo marino del Ártico cubrió un área un 6 por ciento menor que el promedio, lo que marca el cuarto mes consecutivo en que la extensión del hielo marino alcanza mínimos históricos. Asimismo, el hielo marino antártico alcanzó su cuarta extensión mensual más baja en marzo, situándose un 24 por ciento por debajo del promedio.
Los investigadores descubrieron que las mayores fuentes de desplazamiento polar son el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y la capa de hielo de la Antártida. Si este cambio continúa, es probable que cause problemas en los sensibles sistemas de navegación de satélites y telescopios espaciales como el Telescopio Espacial James Webb.
En su artículo, publicado en la revista Geophysical Research Letters, los investigadores detallaron que "dado que la predicción del movimiento polar es crucial para aplicaciones como la navegación de naves espaciales y la orientación de telescopios de espacio profundo, la menor previsibilidad del movimiento polar debido al cambio climático podría afectar la precisión operativa de dichas aplicaciones".
Con información de MailOnline
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