¿La estrella de Belén existió? esta es una de las dudas más recurrentes que tiene la gente pues en el relato previo a la Navidad s enos narra cómo este astro guió a los Reyes Magos ante el pesebre en el que nacería Jesús de Nazaret. Y aunque muchos pensaban que este era un acontecimiento ficticio o de caracter simbólico y religioso la ciencia ha podido ofrecer algunas teorías sobre cuál sería el origen de este relato.
De acuerdo a National Geographic, aunque los historiadores coinciden en que se desconoce el año exacto del nacimiento de Jesús, el relato sobre la estrella de Belén podría hacer algunas conjeturas sobre su año de nacimiento, pues incluso se ha especulado que la llamada estrella de Navidad se trataría del Cometa Haley, sin embargo este pasó en el año 12 a.C. además de que los cometas eran considerados como señales de mal augurio en aquellas épocas.
Aunque el debate sobre cuál fue el fenómeno natural que dio origen al relato de la Estrella de Belén son poco claros, algunos apuntan a que esto pudo tratarse de la conjunción entre Saturno y Júpiter, que al unirse creó una gran punto luminoso en el cielo .
¿Cuándo se verá de nuevo la estrella de Belén?
De acuerdo al astrónomo de la Universidad de Houston, Patrick Hartigan, es posible que la conjunción de Júpiter y Saturno haya tenido una gran luminosidad en 1226, por lo que al hacer el análisis de cuándo podría replicarse ha llegado a la conclusión que tendría que pasar otros 55 años para poder ver este fenómeno con la misma intensidad, por lo que será hasta 2080 cuando podríamos apreciar a la estrella de Navidad.
¿Existió realmente la Estrella de Belén? La Ciencia busca respuestas en el cielo
En cada Navidad, millones de personas recuerdan el momento en que, según la tradición cristiana, una misteriosa luz en el cielo guió a los Reyes Magos hasta el lugar donde nació Jesús. Esa luminosa señal, conocida como la estrella de Belén, es uno de los símbolos más fuertes de estas fechas. Pero ¿se trató de un simple mito o podría tener una explicación científica?
Una de las muchas explicaciones más convincente es la conjunción entre Júpiter, Saturno y la Luna ocurrida en el 6 a.C. Aunque esta alineación pudo generar un punto extraordinariamente brillante, cálculos modernos indican que los planetas no se acercaron lo suficiente para crear un resplandor excepcional.
Finalmente, algunos astrónomos sugieren que la estrella de Belén podría haber sido Sirio, la estrella más brillante del cielo, visible cerca de la constelación de Orión. Su intensa luminosidad y su uso histórico como guía nocturna la convierten en un buen candidato. Aunque la Ciencia aún no da una respuesta definitiva, cada Navidad la estrella de Belén sigue recordándonos la conexión eterna entre el cielo, la historia y nuestra búsqueda de respuestas.
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