El 15 de diciembre de 2025, el objeto interestelar 3I/ATLAS se encontraba a una distancia aproximada de 270 millones de kilómetros de la Tierra. Para el 19 de diciembre se estima que alcanzará una distancia de perigeo de 268,9 millones de kilómetros, solo un 0,4 % más cerca que en la actualidad. En la medida en que el objeto interestelar se acerca a nuestro planeta, los astrónomos detectaron que su anticola es mayor que la distancia a la Luna.
De acuerdo con el astrofísico Avi Loeb, los datos recopilados por numerosos observatorios terrestres y espaciales nos informarán en las próximas semanas más detalles sobre la naturaleza del 3I/ATLAS.
Las imágenes más recientes; tomadas el 14 y 15 de diciembre de 2025, muestran una prominente anticola que se extiende hasta medio millón de kilómetros desde el núcleo del 3I/ATLAS hacia el Sol. Esta longitud es mayor que la distancia promedio a la Luna: de 384,400 kilómetros. Nunca antes se había observado una anticola de este tamaño en un cometa.
Avi Loeb no descarta que anticola sea en realidad un propulsor tecnológico alienígena
Para alcanzar una escala de 500,000 kilómetros en los últimos 45 días tras el perihelio, la velocidad del material en la anticola hacia el Sol debe ser de al menos 130 metros por segundo con respecto al núcleo del 3I/ATLAS, como detalló avi loeb en su blog "Medium".
"Queda por estudiar si esta velocidad puede mantenerse mediante polvo o gas sublimado de bolsas de hielo expuestas al viento solar y la presión de la radiación solar. La alternativa es un chorro de un propulsor tecnológico"; como detalla el científico de Harvard quien no descarta que el objeto interestelar sea tecnología enviada por extraterrestres para explorar nuestro Sistema Solar.
¿Qué tan inusuales son las propiedades de la anticola que muestra el 3I/ATLAS?
Como los astrónomos tienen muy poca información sobre la naturaleza de los objetos interestelares que proceden de otras partes del universo, no se sabe a ciencia cierta qué tan poco común es la anticola que tiene el 3I/ATLAS.
Y es que los telescopios humanos de última generación como PanSTARRS, ATLAS o Rubin solo pueden detectar la reflexión de la luz solar en objetos de más de 100 metros de diámetro, aproximadamente el tamaño de un campo de fútbol, ??a una distancia comparable a la separación entre la Tierra y el Sol.
Para evaluar si un objeto interestelar es un valor atípico que merece una clasificación alta en la Escala de Clasificación de Loeb se necesitan conocer las funciones de distribución de probabilidad de sus propiedades.
"Nuestra evaluación será más fiable a medida que la muestra de objetos interestelares aumente ya que es difícil determinar cuán excepcionales son los primeros candidatos hasta que muestreamos un gran número de ellos", detalló Loeb.
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