El objeto interestelar 3I/ATLAS que se desplaza a gran velocidad por nuestro sistema solar vuelve a sorprender a la comunidad de astrónomos, y es que se ha detectado que la roca aceleró inesperadamente a medida que se aleja del sol y se acerca a la Tierra, como lo confirmó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA).
De acuerdo con la agencia espacial, se ha observado un pequeño impulso adicional que desvía al misterioso visitante, denominado 3I/ATLAS, de su trayectoria prevista, un fenómeno que no puede explicarse por la gravedad solar.
El Sol concentra casi toda la masa del sistema solar, lo que significa que su peso atrae a todos los planetas en un movimiento predecible que los científicos pueden medir. Sin embargo, la movilidad del 3I/ATLAS parecen desafiar las leyes de la gravedad.
El objeto, que muchos científicos afirman que es un cometa, estableció un récord como la roca espacial más rápida jamás detectada en el sistema solar, alcanzando más de 209.000 km/h.
Tras alcanzar su punto más cercano al Sol el 29 de octubre, conocido como perihelio, la velocidad del 3I/ATLAS se ha disparado hasta aproximadamente 245.000 km/h.
Si bien la NASA cree que la gravedad del Sol es la principal responsable de este aumento de velocidad, a los científicos les resulta más difícil determinar qué ha provocado que el 3I/ATLAS se desvíe notablemente de nuestra estrella.
Si se tratara de un cometa común, el calor del Sol provocaría que la gélida roca espacial se derritiera y expulsara chorros de gas atrapados en su interior, lo que posiblemente lo impulsaría en una dirección diferente.
Sin embargo, el físico de Harvard, Avi Loeb, ha revelado que los astrónomos aún esperan pruebas de que el 3I/ATLAS haya liberado una cantidad de gas suficiente para demostrar que el objeto es realmente un cometa.
3I/ATLAS: ¿Cuándo hará su máximo acercamiento a la Tierra?
El cometa 3I/ATLAS está a solo seis semanas de alcanzar su punto más cercano a la Tierra, por lo que Avi Loeb añadió que no detectar una nube de gas proveniente del objeto sería una clara señal de que este último aumento de velocidad fue impulsado por un motor de cohete extraterrestre.
Las últimas lecturas de la NASA revelaron que el misterioso impulso se debilitó significativamente en los días posteriores a que el 3I/ATLAS alcanzó su perihelio con el Sol, pero aún era perceptible y no estaba relacionado con la atracción gravitatoria de la estrella.
Para que una roca espacial natural realice esta extraña maniobra, los científicos que analizaron los datos de la NASA estimaron que el 3I/ATLAS habría tenido que perder repentinamente al menos el 13 por ciento de su masa total al acercarse al Sol.
Esa es la única manera de que una cantidad suficiente del cometa se hubiera transformado en gas para impulsarlo como un propulsor en una nave espacial.
Si esto ocurrió mientras 3I/ATLAS se encontraba en el punto ciego del Sol desde nuestra perspectiva en la Tierra, se habría formado una enorme nube de polvo y gas alrededor de la roca. En diciembre, el telescopio espacial James Webb buscará esta nube gigante alrededor de la roca.
Sin embargo, Avi Loeb señaló que el 3I/ATLAS mostró poca evidencia de haber perdido suficiente masa al acercarse al Sol el mes pasado.
"Si el 3I/ATLAS no está envuelto en una nube de gas mucho más masiva después del perihelio que en los meses previos, entonces su reciente aceleración no gravitacional debe deberse a una causa distinta a la evaporación cometaria", afirmó el astrofísico de Harvard.
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