En octubre 2017 nos impactó la noticia del paso de un objeto interestelar que presumiblemente cuenta con origen tecnológico (no creado por los humanos). Fue bautizado con el nombre de "Oumuamua" y pasó a la historia por ser el primer objeto visto dentro del Sistema Solar que proviene del más allá; es decir, desde otra parte del Universo.
Para cuando este extraño objeto de posible origen tecnológico se descubrió, el intruso interestelar ya había girado alrededor del Sol y se alejaba a una velocidad de unos 138,000 km/h. Con sólo 400 metros de diámetro desapareció de la vista de todos, incluso de los telescopios más potentes en tan sólo unas semanas.
Los científicos quedaron sumamente intrigados, pues de descubrirse su posible origen tecnológico se confirmaría que el intruso interestelar fue diseñado por alguna civilización que no es la conformada por los humanos en la Tierra. Para saber el origen de "Oumuamua" ya se trabaja en un proyecto ultrasecreto llamado Lyra que enviará una nave espacial con la finalidad de alcanzarlo y estudiarlo a fondo.
La única manera de recopilar más datos y descubrir la verdadera naturaleza del intruso interestelar sería enviar una nave espacial para estudiarlo de cerca. Pero la incertidumbre en la trayectoria exacta de "Oumuamua", la dificultad de detectar su luz cada vez más tenue y su rápida retirada del Sistema Solar hacen que la idea de diseñar, construir y lanzar una misión a tiempo para alcanzarlo parezca imposible.
El ultrasecreto proyecto Lyra
Pese a que parece imposible alcanzar a "Oumuamua" un grupo de investigadores están trabajando en el ultrasecreto proyecto Lyla para encontrar diversas formas de llegar al intruso interestelar que cada vez se aleja más de la Vía Láctea. Para ello, los científicos han presentado varias ideas para alcanzarlo en algunas décadas. En caso de que sean viables, no se descarta el lanzamiento de una misión para encontrarse con él.
¿Qué es "Oumuamua"?
¿Por qué los científicos están tan intrigados con "Oumuamua"? Este objeto interestelar fue llamado así por la palabra hawaiana que significa "visitante" y fue designado como el primer objeto interestelar que visita el Sistema Solar. Al ser observado, los investigadores notaron que su brillo subía y bajaba cíclicamente. El análisis de este patrón indicó que el objeto no sólo estaba dando vueltas, sino que tenía una forma diferente a todo lo visto antes en el espacio.
Un objeto cilíndrico largo y delgado o una forma de disco grande y plana podrían explicar estas variaciones en el brillo, pero ningún asteroide conocido tiene una forma como la de "Oumuamua". A los científicos también les llamó la atención que cuando el intruso interestelar dejó atrás al Sol, éste se aceleró de una manera que no puede explicarse únicamente por la gravedad.
En ocasiones, los cometas aceleran sus viajes de salida como resultado de la desgasificación; proceso que ocurre cuando el calor del Sol desprende materiales volátiles como agua helada y dióxido de carbono congelado. Pero ese proceso deja un rastro visible de gas y polvo que conocemos como la cola del cometa. "Oumuamua" no emitió tal rastro, por lo que su movimiento tampoco puede explicarse por tales emisiones.
El origen de Oumuamua es incierto; algunos astrónomos creen que se trata de un trozo de hidrógeno congelado o una mezcla de hidrógeno y helio, como un iceberg, cuya evaporación podría explicar la aceleración del objeto sin dejar un rastro detectable, mientras que el astrofísico Avi Loeb, ex presidente del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard, encuentra el comportamiento del intruso interestelar que cree que se trata de una reliquia de tecnología alienígena.
Loeb cree que "Oumuamua" tiene un origen artificial debido a las características anómalas que tiene, y es que, además de su extraña forma, está hecho de un material delgado, plano y liviano, con lo que podría actuar como una vela solar, impulsada hacia afuera por la fuerza de la luz solar.
En opinión del astrónomo, ningún objeto así podría surgir de forma natural, por lo que Loeb cree que "Oumuamua" es una estructura construida por una civilización alienígena sofisticada. El astrónomo no descarta que sea una nave propulsada por energía solar o un trozo de una esfera alienígena Dyson; un dispositivo para recolectar la energía de una estrella.
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