En el 2019 una pandemia devastó por completo al mundo, y por ello, informes sobre nuevas afecciones ponen en alerta a todas las personas. Un claro ejemplo, es la República Democrática de Congo, puesto que una enfermedad de origen desconocido se ha presentado en 382 personas, de las cuales 71 han perdido la vida. Los hechos han ocurrido en una remota zona del oeste de la nación, y de acuerdo con Samuel Roger Kamba Malumba, ministro de Salud Pública, el padecimiento que se ha registrado en la región es respiratorio.
Posteriormente, el martes se informó que ya habían 79 decesos por la enfermedad respiratoria de la región de Panzi, en la provincia de Kwango. Para este jueves el ministro actualizó la cifra, e indicó que 27 personas perdieron la vida en dependencias médicas. Diez de las personas atendidas no pudieron recibir la transfusión de sangre que necesitaban, mientras que otros 44 ciudadanos fallecieron en la comunidad. Sin embargo, Apollinare Yumba Tiabakwau, ministro provisional de Salud de Kwango, señaló que al menos van 145 fallecidos, pero esta cifra no ha sido confirmada por las autoridades nacionales.
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El ministro Mulamba indicó, "Estamos en alerta máxima, es decir, consideramos que se trata de un nivel de epidemia, el cual debemos vigilar lo más cerca posible". Asimismo, en la rueda de prensa, donde mencionó esta información, también destacó que los menores de cinco años representan el 40 por ciento de los casos detectados. No obstante, esperan recibir los resultados de las pruebas, ya que de esta forma se podrá establecer un diagnóstico claro y correcto en un plazo de entre 24 y 48 horas.
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Cabe resaltar, que los síntomas principales de la enfermedad desconocida del Congo son: fiebre, dolores de cabeza, secreción nasal, tos, dificultad para respirar y anemia. Ante estos indicios, Mulamba reveló que la enfermedad apunta a ser de tipo respiratoria, pero no está claro se trata de una patología bacteriana o vírica.
Además, uno de los factores por los cuales no se esclarece a la brevedad este padecimiento, se debe a que la zona afectada es alejada, y el gobierno de la nación tardó dos días en llegar, después de recibir la alerta. Asimismo, la localidad afectada con la enfermedad desconocida del Congo, no cuenta con capacidad de laboratorio, por lo tanto las muestras recogidas tuvieron que ser enviadas a otra zona a 500 kilómetros de distancia.
Los casos se empezaron a registrar desde el 24 de octubre, pero fue hasta finales de noviembre que llegó la primera alarma y tres epidemiológicos fueron enviados a la zona para determinar cuál era la nueva enfermedad. La tasa de mortalidad del padecimiento es de entre 7.5 y 8 por ciento, un dato que descarta que sea COVID, puesto que la zona afectada es muy vulnerable, y el brote de este virus sería más mortífero.
Aunque, se tienen todos los medios para responder a una epidemia en el Congo, hace falta un diagnóstico. Las autoridades del país son claras y reconocen que los servicios médicos rurales son insuficientes, y no disponen de herramientas para responder a enfermedades respiratorias. Inclusive, no se sabe si la anemia detectada en los fallecidos es un síntoma de la enfermedad, o de las carencias alimentarias de la región.
Finalmente, Jean Kaseya, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC DE África), anunció que la agencia de Salud Pública de la Unión Africana (UA) enviará a la región de Panzi, un equipo de expertos para ayudar a las autoridades congoleñas en esta enfermedad respiratoria desconocida.