Una de las misiones más ambiciosas de la humanidad, especialmente de Elon Musk es la colonización de Marte; de hecho, el hombre más rico de la Tierra asegura que su meta es que para 2050 sean 1 millón de personas las que vivan en el planeta rojo. El
jefe de SpaceX y Tesla planea llevar un pequeño grupo de astronautas a nuestro planeta vecino a finales de esta década en su Starship, el cohete más grande jamás fabricado.
Con el paso del tiempo, una colonia de hombres y mujeres se reproducirá en Marte para aumentar la población marciana, pues es uno de los principales propósitos de Elon Musk para asegurar la vida humana en el planeta rojo. Sin embargo, una de las mayores dudas que se han generado es cómo es que los humanos podrán tener sexo y reproducirse bajo las adversas condiciones que brinda nuestro planeta vecino.
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De acuerdo con los científicos, las dificultades para tener relaciones sexuales en Marte hacen que sea casi imposible que los humanos se reproduzcan en el planeta rojo. Para muestra, Kelly Weinersmith, biocientífica y autora radicada en Charlottesville, Virginia, quien afirmó que las personas que quieren poblar Marte "no entienden cómo funciona la reproducción".
"Estos multimillonarios piensan que es un problema de ingeniería. Piensan que si consiguen un cohete lo suficientemente grande, la biología se cuidará sola, pero no es así", detalló la científica.
Las parejas podrían arriesgar la salud del feto al concebir en el espacio, ya sea en Marte u orbitando alrededor de la Tierra en la Estación Espacial Internacional (ISS), por eso es que los seres humanos que viajan al espacio tienen prohibido tener sexo.
Los principales desafíos para que los humanos se reproduzcan en Marte
"Una ciudad en Marte'" de la científica Kelly Weinersmith ganó la semana pasada el prestigioso premio de libro científico Trivedi de la Royal Society. En el texto se abordan los desafíos de tener sexo recreativo y procreacional en Marte. Uno de los más importantes es la gravedad que es de alrededor del 38 por ciento de la de la Tierra, por lo que este entorno de baja gravedad podría impedir el desarrollo de embriones o el movimiento de los espermatozoides.
Asimismo, la falta de atmósfera y de capa de ozono en Marte significa que rayos de radiación dañinos golpean a la superficie. Al reproducirse, los embriones tendrían que enfrentar los efectos nocivos de la radiación, lo que podría provocar daños al ADN que terminarían causando mutaciones en el útero.
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