Cuando entras en una librería, ¿te encanta ese olor característico de los libros viejos? Resulta que hay una razón detrás de ese gusto tan peculiar, a continuación te contamos más. Los aromas desempeñan un papel crucial en nuestra vida cotidiana, ya que tienen el poder de evocar recuerdos y sensaciones de épocas pasadas. Al percibir ciertos olores, el tiempo se desdobla y nos transporta a momentos específicos, creando una conexión única entre nuestra memoria y el sentido del olfato.
Entre los variados olores cotidianos que tienen la capacidad de cautivar a la mayoría de las personas por su transmisión de paz y tranquilidad, se encuentran el aroma a tierra mojada, césped, sereno, bebé, e incluso pólvora o gasolina, sin embargo, entre todos estos, el olor a libro viejo destaca como uno de los favoritos.
Te podría interesar
A la mayoría de los amantes de la lectura les fascina el aroma de los libros, sobre todo cuando se trata de libros antiguos. Existe incluso una palabra para describirlo: "bibliosmia", la cual se refiere a la conexión especial que algunas personas sienten al oler libros viejos, creando un lazo único con la obra.
Te podría interesar
¿Qué dicen los científicos sobre esto?
La ciencia también se ha interesado en este tema, ya que investigadores del Instituto para el Patrimonio Sostenible del University College London realizaron un estudio sobre los olores asociados con elementos históricos, incluido el inconfundible olor de los libros antiguos y descubrieron que este aroma particular proviene de la lignina, un componente de la biomasa vegetal presente en el papel. La lignina libera un olor herbal al degradarse, y cuando se combina con otros elementos como hierbas aromáticas, toques ácidos, vainilla y moho, crea una experiencia agradable para el sentido del olfato.
La psicología de los olores
El poder del olor de los libros va más allá de una simple preferencia, sino que está vinculado estrechamente a nuestras emociones y recuerdos. Como explica la neurocientífica Rachel Herz, el olor de un libro usado o antiguo despierta sensaciones únicas. Cuando olemos ese característico aroma, experimentamos una conexión con la historia del libro: el moho, la descomposición del papel, la tinta, y hasta el lugar donde se almacenó, todo se mezcla para formar una experiencia sensorial.
La neurocientífica destaca que este olor puede evocar recuerdos desde la infancia, cuando tus padres te llevaban a las librerías o bibliotecas, o incluso puede adquirir significado en la adultez si es la primera vez que te sumerges en ese ambiente. Así, el olor de los libros no solo nos sumerge en historias impresas, sino que también despierta una sensación de bienestar relacionada con recuerdos y experiencias personales.