ASTRONOMÍA

¿La Luna está rellena de queso? Revelan qué hay en el interior del satélite natural

Casi toda la superficie lunar está cubierta por un manto de escombros llamado regolito lunar

¿La Luna está rellena de queso? Revelan qué hay en el interior del satélite natural.Créditos: Pexels
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La Luna, ese satélite natural que ha cautivado la imaginación de la humanidad durante milenios, esconde en su interior un intrigante mundo diferenciado, y gracias a los estudios respaldados por la NASA, estamos un paso más cerca de comprender su estructura y composición.

Uno de los hallazgos más notables es la presencia de un núcleo metálico denso en el centro de la Luna, compuesto principalmente por hierro y un toque de níquel. Este núcleo, que representa aproximadamente el 20% del diámetro lunar, es mucho más pequeño en comparación con otros cuerpos celestes terrestres, como la Tierra, cuyo núcleo alcanzan cerca del 50% de sus diámetros. 

Justo encima del núcleo se encuentran el manto y la corteza lunar. Estas capas son fundamentales para comprender la evolución geológica del satélite. Se cree que la Luna pudo haber estado compuesta en gran parte, o incluso completamente, por un inmenso océano de magma en su etapa temprana. 

De acuerdo con la NASA, a medida que este océano se enfriaba, se formaban cristales en su interior. Los minerales más densos, como el olivino y el piroxeno, se hundieron hacia el fondo, mientras que los minerales más ligeros cristalizaron y flotaron hacia la superficie, dando origen a la corteza lunar.

El manto lunar, que se extiende a unos impresionantes 1,350 kilómetros de profundidad, supera con creces en tamaño a la corteza, que tiene un grosor promedio de aproximadamente 50 kilómetros. Esta diferencia en espesor arroja luces sobre los procesos geológicos que han moldeado la Luna a lo largo de eones.

La corteza lunar también presenta peculiaridades interesantes, indicó el organismo espacial. Es más delgada en el lado que mira hacia la Tierra y más gruesa en el lado opuesto. Este fenómeno sigue siendo objeto de investigación y plantea interrogantes sobre su origen y significado.

Las características más evidentes de la Luna, las zonas claras conocidas como tierras altas y las áreas oscuras denominadas “maria”, estas son cuencas de impacto que se llenaron de lava hace miles de millones de años, mientras que las tierras altas representan rocas de composición y edad diferentes. 

Para los científicos estas singularidades muestran evidencias de cómo se formó la corteza lunar a partir del antiguo océano de magma, y los cráteres, que han resistido el paso del tiempo, nos proporcionan una crónica de los impactos que ha experimentado la Luna y otros cuerpos celestes del sistema solar interior.

Casi toda la superficie lunar está cubierta por un manto de escombros llamado regolito lunar, compuesto de polvo grisáceo y fragmentos rocosos. Bajo esta capa, se encuentra una región de lecho de roca fracturada conocida como megaregolito. 

La falta de una atmósfera significativa no protege a la Luna de los impactos; por el contrario, ha sido sometida a una constante lluvia de asteroides, meteoroides y cometas que han dejado su huella en la superficie lunar a lo largo de milenios. 

Este proceso de fragmentación ha dado como resultado una variedad de tamaños de fragmentos, desde inmensas rocas hasta el polvo más fino.

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