Pensar en la idea de tocar la luna parece ser algo solo poético, una fantasía reservada para el cine, la música y la literatura. Pero si te dijeran que tienes una oportunidad de saber cómo se siente parte de este satélite natural, ¿te gustaría experimentar la sensación? Pues no necesitas ser astronauta de NASA para poder siquiera estar cerca de ella. Solo debes ir a cierto lugar en la CDMX y poner en tus manos una roca lunar real.
Fue a través de la Misión Apolo 17 como ahora muchos de nosotros tenemos la posibilidad de sentir la textura de una roca lunar, pues fue durante esta expedición como la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés) pudo recolectar dicho trozo del satélite natural, uno que fue entregado al Museo de las Ciencias Universum el 1 de mayo de 1994 y que desde entonces ha estado a disposición del público curioso que desea saber cómo se siente la Luna.
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Jorge Flores Valdés, investigador emérito del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que ese logro, es decir, tener la roca lunar en la universidad fue gracias a la intervención de Gerardo Suárez, académico quien en ese momento era coordinador de la investigación científica de la máxima casa de estudios.
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Según cuenta el investigador emérito, Gerardo Suárez hizo un viaje al Centro Espacial Lyndon B. Johnson de la NASA, lugar en donde en aquel entonces se había montado una exposición con rocas traídas desde la Luna, actividad que lo inspiró y lo motivó a montar algo semejante en México, idea que resultó muy atractiva para el entonces director del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Así son las rocas lunares que puedes tocar en CDMX y dónde verlas
Son dos rocas lunares las que se exhiben en el Museo de las Ciencias Universum, ubicado al sur de la CDMX, dentro de Ciudad Universitaria. La más grande de ellas la obtuvo Neil Armstrong el 20 de julio de 1969 durante la misión Apolo 11, quien estuvo acompañado de los astronautas Edwin Aldrin y Michael Collins. Esta roca tiene un peso de 185 gramos y se estima que tenga una edad de 3,700 millones de años.
La segunda roca lunar exhibida en el museo universitario tiene una edad de 4,000 millones de años, un peso de 24 gramos y fue conseguida por Harrison Smith en diciembre de 1972 en la misión Apolo 17, siendo ésta la única pieza que puede ser tocada por el público.
De acuerdo con la doctora France Córdova, directora científica de la NASA, tras la firma del convenio de préstamo de la roca lunar al Universum se dejó estipulado que, pese a la firma de dicho documento, y en concordancia con normas internacionales, si la NASA decide llevársela puedes hacerlo en el momento que quiera.
Información publicada porla Gaceta UNAM indica que durante las 6 misiones Apolo realizadas por la NASA, se tiene el registro de un total de 382 kilogramos de núcleos, 2,200 muestras de seis sitios de exploración distintos entre los que se encuentran polvo lunar y piedras.
¿Dónde y cómo ver una roca lunar real?
Como mencionamos en párrafos previos, la roca lunar que se puede tocar está dentro del Museo de Ciencias Universum, ubicado en Ciudad Universitaria, dentro del circuito Centro Cultural, en la alcaldía Coyoacán, al sur de la Ciudad de México.
Para ver la roca lunar de 24 gramos de peso dentro de dicho recinto, es importante que acudas en un horario de 10 a 17 horas, de miércoles a domingo, procurando llegar a taquilla antes de las 4 de la tarde para que aún se te permita el acceso a sus instalaciones y así puedas ver y tocar ese trozo de Luna.
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