El calor o la humedad propias de la temporada es un factor clave para que ciertos insectos se hagan presentes en nuestra casa. Ya sea en sitios sin tanta luz o en algunos rincones, es común encontrar algunos seres diminutos que bien pueden resultar inofensivos, pero hay otros que es mejor repeler. Y si se trata de uno que debemos alejar de nosotros ese es el pececillo de plata, uno que se distingue por un peculiar color, así como por su tamaño.
Quizá has visto en algunos lugares de tu casa algunos insectos pequeños, muy delgados, que se desplazan a una velocidad rápida en cuanto les da la luz, y que además tienen unas antenas muy delgadas. ¿Los has mirado?, de ser un sí eso quiere decir que te has topado con un ejemplar de pececillo de plata.
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En los siguientes párrafos te contaremos qué es, en qué sitios es común encontrarlo, porqué es importante evitarlo y qué hacer para combatirlo.
¿Qué es el pececillo de plata y por qué es importante evitarlo?
El pececillo de plata es un pequeño insecto de nombre científico Lepisma saccharina, un animal no volador que se mueve rápidamente, ocultándose en grietas y rendijas donde hay escasa luz, así como alrededor de bañeras o lavabos.
Uno de los aspectos más llamativos de los pececillos de plata es su peculiar color, ya que es justamente de color gris metálico, con forma de pez de lágrima, un color que suele adquirir durante su etapa adulta o cuando llega a su madurez total. Su cuerpo está cubierto por escamas, con una longitud de 1.5 centímetros, sin contar su cola
Este insecto también tiene un par de antenas muy delgadas y 3 apéndices en la parte posterior, además de muchas patas igualmente delgadas.
En lo que respecta a su proceso de reproducción, los huevos del pececillo de plata tardan entre 20 a 40 días para eclosionar. En condiciones óptimas cada nuevo pececillo tarda entre 3 y 4 meses en pasar de huevo a un adulto.
Cada pececillo de plata se alimenta de materia orgánica constituida de almidón y otros polisacáridos, entre ellos cartón, celulosa de papel, moho, cabellos, tejidos, entre otros.
Ahora bien, ¿por qué hay que evitar a los pececillos de plata?, si bien se trata de insectos que a simple vista resultan desagradables y puede generar cierta repulsión, no representan un riesgo como tal para las personas ni mascotas, dado que no causan picaduras ni transmiten enfermedades. No obstante, al ser comedores de materia orgánica puede ser que sí ocasionen daños a muebles o artículos valiosos que tengas en casa.
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