Las afectaciones generadas por la ola de calor son variadas, desde el llamado golpe de calor que produce deshidratación y malestares hasta daños a la piel que, en ocasiones, pueden ser irreparables, a estos dos factores se les debe sumar otros padecimientos más relacionados con el aparato digestivo.
La Secretaría de Salud (SSa) señaló que durante la época de calor aumentan las enfermedades gastrointestinales causado principalmente por bacterias, virus o parásitos como las amibas, la salmonella, y el E Coli.
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¿Por qué sucede esto? La dependencia explicó que durante estos periodos de alta temperatura (mayor a 30 grados centígrados) los microorganismos proliferan en los alimentos y aguas contaminadas, de ahí que al consumir este tipo de productos se puede estar en contacto con más factores que inciden en el aparato digestivo.
De acuerdo con el boletín epidemiológico de la SSa se registró un crecimiento del 8.1% en las enfermedades infecciosas; en concreto, se registraron 1,368 casos a principios de junio de paratifoidea; la fiebre tifoidea reportó un crecimiento de 6.3% (ambas enfermedades están asociadas a las bacterias Salmonella Typhi y Salmonella Paratyphi).
En ese tenor, la SSA indicó que comúnmente los alimentos pueden contaminarse debido a los malos hábitos higiénicos como la falta de lavado de manos, refrigeración incorrecta y exposición a altas temperaturas.
Las entidades más afectadas por estas enfermedades son Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa y Zacatecas, con la mayor cantidad de casos registrados.
¿Qué síntomas se presentan por estas enfermedades?
Cuando se presenta un cuadro de enfermedad gastrointestinal los síntomas más comunes son dolor estomacal o abdominal, fiebre, nauseas, diarrea y fatiga, si se tiene alguno de estos y se suman factores como la deshidratación la principal recomendación es acudir a la clínica de salud para tener una atención pronta.
Entre las precauciones que se deben tomar en esta época de calor destacan:
- evitar comer en la calle (puestos ambulantes o insalubres)
- lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño
- tomar agua con procesos adecuados de desinfección
- preparar los alimentos con buena higiene y refrigerarlos adecuadamente
- no consumir alimentos caducados o que fueron expuestos al sol por periodos largos
- tomar al menos dos litros de agua diariamente
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