Comer frutas y verduras se ha convertido en una de las prácticas más recurrentes en la vida de toda persona. Y es que desde niños, hemos sido educados para incluir este tipo de alimentos en nuestra dieta diaria.
Sin embargo, y lejos de convertirse en un señalamiento, existe un gran número de personas que no llevan a cabo esta actividad debido a diversos factores como: el sabor, la textura o simplemente las pocas ganas de ingerir este tipo de productos.
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Pero, ¿qué pasa si no consumimos este tipo de productos? ¿pueden existir consecuencias graves en nuestro organismo? A continuación te lo contamos.
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Las funciones y beneficios de las frutas y verduras
Por más simples que parezcan, las frutas y verduras son pilares en una alimentación balanceada y saludable. Y es que además de aportar un gran número de nutrientes como vitaminas y minerales, también contribuyen a:
- El crecimiento y desarrollo de los niños.
- Alargar la vida.
- Mejorar la salud mental.
- Reducir la aparición de enfermedades cardiovasculares.
- Reducir el riesgo de cáncer.
- Disminuir la capacidad de padecer obesidad.
Por lo anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir una cantidad mínima de 400 gramos de frutas y verduras a diario o cinco porciones de 80 gramos cada una. Recuerda que la cantidad óptima puede variar de acuerdo con el género, tamaño y nivel de actividad física de la persona.
Los daños por no comer frutas y verduras
Debido a lo anterior, no consumir este tipo de alimentos puede ocasionar diversos efectos negativos como:
- Sufrir problemas cardiovasculares.
- Daño en la piel.
- Se reducen las defensas del organismo.
- Baja en las defensas.
- Aparición de problemas intestinales y digestivos.
Las consecuencias por no consumir frutas y verduras es sumamente extensa pero con el listado anterior podemos notar que dejar fuera estos alimentos de la alimentación puede ocasionar graves daños.
Recuerda que la mejor opción para incluir las frutas y verduras en tu alimentación es mediante su inclusión en el plato principal así como consumirlas en otras preparaciones como batidos, zumos o incluso como snacks.
Incluso, puedes jugar con ellas y usar la imaginación y creatividad para crear platillos atractivos y de gran color. No te olvides que la mejor opción siempre es adquirir tus frutas y verduras de manera fresca en mercados o sitios de venta especializado. Deja fuera los congelados o todos aquellos que han sido tratados.
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