Con el inicio de las lluvias los casos de dengue aumentan, y con ello la preocupación de autoridades sanitarias, así como de la población mundial. Sin embargo, existe una investigación que podría ayudar en la prevención de contagios en humanos.
Un estudio hecho por científicos en Singapur reveló que la saliva del mosquito Aedes, portador del virus que ocasiona dicha enfermedad, tiene un rol crucial en la transmisión del padecimiento.
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Con este nuevo descubrimiento, sería posible entender de una mejor manera no solo el proceso de contagio, sino también comprender por qué la saliva de ese insecto pasa a las personas con tal rapidez, conocimiento que también ayudaría a descubrir maneras de prevenir la infección.
De acuerdo con los investigadores participantes en el estudio, la saliva del mosquito Aedes tiene una proteína que afecta el sistema inmunológico, lo cual eleva la probabilidad de desarrollar fiebre hemorrágica que, en situaciones graves, podría poner en riesgo la vida del paciente.
Aunado a esto, el estudio también reveló que la saliva del insecto causante del dengue también contiene moléculas de ARN subgenómico flaviral, encargadas de suprimir el sistema inmune de las personas contagiadas.
Los mosquitos Aedes, además de transmitir el dengue, también propagan el virus del Zika, el chikunguña, entre otros patógenos. Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), indican que, cada año, alrededor de 400 millones de personas en el mundo contraen esta enfermedad; mientras que cerca de 4 billones de personas viven en zonas donde la probabilidad de infectarse es alta.
Para que un huevo de este insecto se convierta en adulto, deben pasar entre 7 y 10 días para alcanzar su madurez. Luego de que los mosquitos hembra pican a un humano o animal, vuelan en busca de fuentes de agua para depositar sus huevecillos, de ahí la importancia de deshacerse de contenedores que almacenen mucha agua durante largos periodo de tiempo.
Dengue, qué es, síntomas y cómo prevenirlo
Como se ha dicho en párrafos anteriores, el dengue es una enfermedad que se transmite por la picadura del mosquito Aedes, que en su saliva lleva el virus con el que infecta a las personas y que provoca múltiples síntomas como los siguientes:
- Dolor intenso de cabeza, muscular, articular y detrás de los ojos.
- Náuseas.
- Vómito.
- Sarpullido.
- Glándulas inflamadas.
- Fiebre elevada.
Es importante mencionar que estos síntomas suelen aparecer entre 4 y 10 días después de contraer la infección, y duran presentes en el cuerpo de 2 a 7 días.
Por otro lado, la sintomatología del dengue grave se manifiesta una vez que cede la fiebre, mediante dolor abdominal intenso, vómito persistente, cansancio o agotamiento, agitación, mucha sed, hemorragias en encías y pile pálida, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Vivir en zonas tropicales o viajar a destinos muy húmedos, al igual que un previo contagio del virus, puede incrementar la probabilidad de padecerlo.
Para prevenir o reducir el riesgo de contagio, es necesario deshacerse de agua estancada, colocar mosquiteros en puertas y ventanas, usar camisetas de manga larga y pantalones largos, y usar repelente para mosquitos.
Ante la manifestación de los síntomas de dengue mencionados, o si existe la sospecha de que se ha contraído el virus que la ocasiona, es importante consultar a un médico para una revisión y diagnóstico.
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