A menudo subestimadas por su simplicidad y su papel en la cultura popular, las palomas han demostrado ser sorprendentemente hábiles en la clasificación de estímulos visuales complejos, en un estudio que destaca su capacidad de aprendizaje y toma de decisiones. En un análisis titulado "La paloma como máquina", llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Iowa y la Universidad de Ohio, se descubrió que el proceso que utilizan las palomas para tomar decisiones es notablemente similar al enfoque de la inteligencia artificial (IA) en la toma de decisiones acertadas.
Es común la burla hacia las palomas por su "poco cerebro" y su fama como portadoras de mensajes, pero este estudio revela que su cerebro alberga mecanismos asombrosamente efectivos. Las palomas han demostrado ser expertas en clasificar estímulos visuales, desde imágenes de objetos cotidianos como flores, árboles, perros, teléfonos y zapatos hasta imágenes médicas como tejido mamario humano y músculo cardíaco. Incluso han demostrado la capacidad de identificar números y letras impresas, así como obras de arte de pintores famosos, como Monet.
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El estudio ha llevado a los científicos a repensar su percepción de estas aves. Al lograr comprender conceptos abstractos y realizar tareas visuales complejas, las palomas han demostrado ser mucho más inteligentes de lo que se les atribuía. Este resultado lleva a la conclusión de que deberíamos otorgar a las palomas, y posiblemente a otras aves, más respeto del que suelen recibir.
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¿Qué hace a las palomas más inteligentes de lo que pensábamos?
La clave detrás de la asombrosa habilidad de las palomas para tomar decisiones correctas radica en un mecanismo asociativo simple. En el estudio, a 24 palomas se les asignaron tareas visuales variadas y, a lo largo de días o semanas, aprendieron a clasificarlas. Los estímulos presentados incluían líneas de diferentes tamaños, ubicaciones y orientaciones, anillos concéntricos, números y letras, y las palomas debían tocar una pantalla táctil para clasificarlos correctamente.
Lo que resultó sorprendente fue que las palomas no requerían un conjunto de reglas fijas para tomar decisiones. Aprendieron por ensayo y error y, cuando se les presentaba un estímulo, lo clasificaban en función de lo que se pareciera a su categoría correspondiente. Con el tiempo, su precisión aumentó, lo que demuestra su capacidad para tomar decisiones correctas en una amplia variedad de situaciones.
El estudio también resalta la similitud entre el proceso de toma de decisiones de las palomas y el enfoque de la inteligencia artificial. Los modelos de IA, como el popular chatbot ChatGPT, se entrenan para reconocer patrones y tomar decisiones mediante la búsqueda de patrones en grandes conjuntos de datos. Al igual que las palomas, la IA mejora con la retroalimentación y el aprendizaje por ensayo y error. Ambos utilizan mecanismos similares para clasificar estímulos y tomar decisiones acertadas.
Los investigadores sugieren que estos mecanismos son fundamentales para la inteligencia, ya sea en palomas o en sistemas de inteligencia artificial. Los estudios futuros se centrarán en comprender mejor cómo funcionan estos mecanismos y cómo se aplican en otros campos, como la neurociencia. El cerebro de las palomas, a pesar de su tamaño relativamente pequeño, demuestra ser excepcionalmente capaz en términos de aprendizaje y toma de decisiones.