Eliminar el Horario de Verano en México, ha sido un tema controversial. Muchas personas odian esta disposición ya que sienten que les quitan el sueño. Si lo vemos desde la ciencia, este cambio produce efectos negativos en la salud: somnolencia, irritabilidad y dificultades en la atención, entre otros.
La profesora de neurología y pediatría en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Estados Unidos, Beth Ann Malow, afirma que el cambio de Horario de Verano se vincula con un aumento de los accidentes cerebrovasculares, los ataques cardíacos y la falta de sueño en los adolescentes.
En cambio, cuando se retrocede el horario es relativamente benigno. Si bien algunas personas pueden sentirse desequilibradas y necesitar algunas semanas para recuperarse, la investigación no lo ha relacionado con impactos graves en la salud.
"Los efectos van más allá de las simples molestias. Los investigadores están descubriendo que adelantar la hora cada mes de marzo está relacionado con graves efectos negativos para la salud", dice Malow.
El efecto de la luz natural
La mañana es valiosa para ayudar a establecer los ritmos naturales del cuerpo: nos despierta y mejora el estado de alerta. Aunque aún no se conocen las razones exactas, esto puede deberse a los efectos de la luz en el aumento de los niveles de cortisol, una hormona que modula la respuesta al estrés, o al efecto de la luz en la amígdala, una parte del cerebro involucrada en las emociones, explicó Malow.
La neuróloga detalló que, la exposición a la luz más tarde en la noche retrasa la liberación de melatonina en el cerebro, la hormona que promueve la somnolencia. Esto puede provocar que dure menos el sueño y el efecto puede durar por un tiempo mientras las personas se acostumbran al horario de verano.
Este problema puede afectar más a los adolescentes. Ya que durante la pubertad la melatonina también se libera más tarde en la noche, lo que significa que los jóvenes tienen un retraso en la señal natural que los ayuda a conciliar el sueño, por lo que son particularmente susceptibles debido a la luz nocturna prolongada del horario de verano.
La influencia de la geografía
La situación geografía también puede marcar la diferencia en la forma en que el horario de verano afecta a las personas. Un estudio mostró que las personas que viven en el borde occidental de una zona horaria, y que por lo tanto reciben luz más tarde en la mañana y más tarde en la noche, duermen menos que sus contrapartes en el borde este de una zona horaria.
“Los residentes del borde occidental tenían más tendencia a padecer obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer de mama, así como un ingreso per cápita más bajo y costos de atención médica más altos”, reveló Malow.
Los científicos creen que estos problemas de salud pueden resultar de una combinación de privación crónica del sueño y “desalineación circadiana”. La desalineación circadiana se refiere a un desajuste en el tiempo entre nuestros ritmos biológicos y el mundo exterior. En otras palabras, el horario del trabajo diario, la escuela o las rutinas de sueño se basan en el reloj, en lugar de la salida y la puesta del sol.