¿Existen sociedades alienígenas? Si es así, ¿cuántas son? ¿Se pueden detectar? Estas son las preguntas que se hizo el astrónomo Frank Drake, quien murió este 2 de septiembre y que pasó a la historia por ser el desarrollador de la ecuación para hallar vida extraterrestre. En Heraldo Binario te decimos cómo la creó y formuló.
La ecuación de Drake fue creada por el astrónomo especializado en radioastronomía en 1961, cuando se celebró una reunión de expertos en Virginia Occidental.
La letra N estima el número de sociedades transmisoras en la galaxia donde vivimos, la Vía Láctea, y aquí te desglosamos cada uno de sus términos:
- N: El número de civilizaciones en la galaxia de la Vía Láctea cuyas emisiones electromagnéticas son detectables.
- R: La tasa de formación de estrellas aptas para el desarrollo de vida inteligente (número por año).
- fp:La fracción de esas estrellas con sistemas planetarios.
- ne: El número de planetas, por sistema solar, con un entorno adecuado para la vida.
- fl: La fracción de planetas adecuados en los que realmente aparece la vida.
- fi: La fracción de planetas portadores de vida en los que emerge vida inteligente.
- fc: La fracción de civilizaciones que desarrollan una tecnología que produce signos detectables de su existencia.
- L: El promedio de tiempo que tales civilizaciones producen tales signos (años).
¿Qué significa la ecuación de Drake?
En general, se acepta que esta formulación simple es la "segunda ecuación científica más famosa (después de E = mc2)", tanto que se encuentra en la gran mayoría de los libros de texto de astronomía.
Fue en el evento al que asistieron varios expertos como el ganador del premio Nobel, el bioquímico Melvin Calvin, el biólogo Joshua Lederberg, el físico Philip Morrison y el astrónomo planetario Carl Sagan, así como Peter Pearman, quienes se reunieron para analizar la ecuación recién creada por Drake para tratar de hallar vida extraterrestre.
La ecuación se compone de 7 factores que, cuando se multiplican entre sí, dan como resultado el número de sociedades que ahora están emitiendo señales que posiblemente podríamos captar en la Tierra.
Como el propio Drake señaló toda su vida, su fórmula simple se puede comparar con la forma en que se podría estimar la cantidad de estudiantes en una universidad. Todo lo que necesita hacer es considerar la cantidad de estudiantes nuevos (estudiantes de primer año) que ingresan cada año y multiplicar eso por la cantidad promedio de años que los alumnos pasarán en la escuela (4 años).
La Ecuación de Drake se construye con una lógica similar. Los primeros seis términos, cuando se multiplican juntos, producen el número promedio de nuevas sociedades que transmiten tecnología a través de la Vía Láctea cada año.
Esta tasa de "estudiantes de primer año" se multiplica luego por el último término de la ecuación, "L": el tiempo de vida promedio que permanecen en el aire. El resultado es N, el número promedio de sociedades alienígenas que actualmente están realizando transmisiones en la galaxia donde se ubica el planeta Tierra.
Claramente, si este número es muy pequeño, entonces las posibilidades de que el SETI Institute (del que Frank Drake fue director) detecte una señal también son mínimas. Por el contrario, un gran valor de N sería un incentivo para presionar la búsqueda, pues la ecuación nos detallaría que existen varias civilizaciones extraterrestres en la Vía Láctea.
La aportación hecha por Frank Drake fue tan bien acogida y recibida por la comunidad científica, puesto que antes de llevarse a cabo esta reunión, prácticamente ninguno de los siete factores de la ecuación se conocía excepto el primero, la tasa de producción de estrellas.
No obstante, los asistentes expresaron sus mejores conjeturas para los otros términos y concluyeron que la tasa de "primer año" era del orden de uno.
En otras palabras, significa que nuevas sociedades alienígenas transmisoras aparecen una vez al año en algún lugar de la Vía Láctea. Todo lo que queda es multiplicar esto por la vida útil de tal civilización que realizó la radiodifusión.
Este último término, L, obviamente depende del comportamiento alienígena. No es un factor que podamos cuantificar con estudios de astronomía o biología. Nuestra propia experiencia tampoco ayuda mucho, pues hemos estado transmitiendo a gran escala, y en frecuencias y potencias que posiblemente podrían ser captadas por alguien en otro sistema solar, durante menos de un siglo.
Tristemente, a más de 60 años de que la Ecuación de Drake fue concebida, la humanidad no ha logrado experimentar grandes avances en la búsqueda de vida extraterrestre.
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