Desde hace tiempo WhatsApp introdujo la opción de enviar audios, sin embargo, los usuarios empezaron a enviar notas de voz tan largas, que la aplicación tuvo que introducir una nueva función: acelerar la velocidad. Ahora un nuevo estudio reveló que esta herramienta puede ser nociva para el cerebro.
Los audios de WhatsApp se volvieron vitales para la comunicación de la vida diaria de millones de usuarios. La actualización más reciente consiste en el aumento de velocidad en la nota de voz de otro contacto, ya sea en 1.5x o en 2x.
Muchos usuarios aseguran que esta función les permite "ganar tiempo" pero esta rapidez en la información hace en realidad que solo te quedes con lo esencial. Aunque parezca que es la forma más eficiente de escuchar estas notas de voz, en realidad puede que estemos omitiendo detalles importantes.
Hay que recordar que, WhatsApp es el servicio de mensajería instantánea con más de 3.000 millones de descargas en todo el mundo, cuenta con diversas funciones aceptadas o rechazadas por sus usuarios.
¿Cuál es la función de WhatsApp que afecta al cerebro?
Un estudio por la revista Sage Journals reveló que, a pesar de las facilidades que puede generar aumentar la reproducción de los audios, se puede ver afectado el cerebro. Además, otro foco importante se centra en las distracciones que genera la app de Meta en el rendimiento de la "memoria de trabajo".
Entre los hallazgos esta que las distracciones de WhatsApp, transmitidas a través de teléfonos inteligentes, disminuyen el rendimiento de la memoria de trabajo de los alumnos.
El apuro por escuchar audios en una velocidad aumentada se da en un contexto de desarrollo del multitasking y la falta de atención.
En ese sentido, Diego Redolar, neurocientífico de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), , declaró para el periódico 20minutos que no existen evidencias que hagan pensar que esto genere ningún tipo de problema.
Sin embargo, aclaró que si provoca un cambio en cómo se procesa la información. Poco a poco nuestro cerebro solo se concentra en lo general de la información, con lo cual podríamos perder la habilidad de ser observadores y detallistas.
Además, es posible que al escuchar la información de manera acelerada quizás no entendamos correctamente lo que se buscaba decir o se nos podría hacer más difícil el entender el mensaje.
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