Ante las crecientes tensiones entre Rusia, Ucrania y Occidente, el mundo se encuentra expectante y temeroso de que se pueda desencadenar una tan temida III Guerra Mundial, especialmente tras las declaraciones del presidente del Kremlin, Vladimir Putin, quien informó que "cualquier conflicto directo con la OTAN supondría una guerra en la que no habría vencedores” debido a las 5,977 ojivas nucleares con las que cuenta su nación.
Las declaraciones de Putin no deben ser tomadas a la ligera, pues actualmente RUSIA es la nación que cuenta con más número de ojivas nucleares en el mundo, por encima de Estados Unidos.
Para concientizar sobre los peligros que un conflicto bélico mundial supone para la Humanidad, se acaba de lanzar un SIMULADOR web gratuito para que puedas mirar por ti mismo qué efectos tendría el impacto de una bomba nuclear en tu ciudad.
En Heraldo Binario realizamos el ejercicio y fijamos la ubicación en donde nos encontramos; es decir, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
El simulador web fue creado por la fundación Outrider, que se encarga de realizar análisis y opiniones sobre temáticas relacionadas con las políticas, justicia social y seguridad.
Esto es lo que pasaría si una bomba nuclear fuera lanzada en la alcaldía Miguel Hidalgo, de la Ciudad de México. Según el gráfico, la detonación supondría la pérdida de 28,761 vidas humanas y 587 heridos.
La explosión en la alcaldía generaría una bola de fuego 10.000 veces más caliente que la superficie del sol y que sea lo suficientemente caliente como para encender la reacción de fusión en una bomba de hidrógeno.
En la primera millonésima de segundo después de la detonación, los materiales de la bomba alcanzan temperaturas extremas. La bola de fuego se forma inmediatamente a partir de los residuos de la bomba en llamas y emite una enorme cantidad de energía en forma de rayos X, luz y calor, que se expande a medida que se enfría. Cualquier cosa, o cualquier persona, dentro de la bola de fuego se vaporizaría en un instante.
La explosión produciría un calor intenso que causaría daños catastróficos. Cualquier persona dentro de este radio sufriría quemaduras de tercer grado graves o mortales. Dentro del radio que se muestra aquí, la madera, la ropa, el papel y los plásticos se incendiarían. Incluso fuera de este límite, el calor sería lo suficientemente intenso como para causar quemaduras de primer y segundo grado.
A medida que la bola de fuego se expandiera rápidamente, haría retroceder el aire circundante, creando una onda de choque. El punto donde saltaría la presión del aire ambiental se llama frente de choque, una fuerza destructiva invisible que sale del centro de la explosión.
En este radio, la presión de la onda de choque sería lo suficientemente fuerte como para destruir la mayoría de los edificios, excepto aquellos que están reforzados.
Los vientos huracanados acompañarían el frente de choque, lo que aumentaría la destrucción. Si bien el cuerpo humano puede sobrevivir a un salto de presión significativo y vientos fuertes, es probable que cualquier persona en esta área resultara lesionada o muriera por el derrumbe de estructuras o por escombros arrastrados por el viento.
Poco después de la detonación, los materiales nucleares emitirían un estallido de radiación en forma de rayos gamma y neutrones.
Estas partículas dañarían el cuerpo humano a nivel celular. La absorción de demasiados en un período corto daría como resultado un envenenamiento por radiación aguda.
Las personas en este radio absorberían alrededor de 500 rem de radiación, una potente dosis 800 veces mayor que la exposición anual promedio de los estadounidenses. De los que sobreviven al calor y la onda expansiva, entre el 50 y el 90 por ciento sufrirán una muerte dolorosa por envenenamiento por radiación en unas pocas horas o unas pocas semanas.
Las víctimas experimentarían síntomas que incluyen náuseas y fatiga. Su cabello se caería y sus glóbulos blancos morirían, aumentando el riesgo de infección.
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