La llegada del mes de mayo marca el inicio oficial de la temporada de lluvias en gran parte del territorio mexicano, una etapa clave para la recarga de acuíferos, la actividad agrícola y el equilibrio ambiental. Las primeras precipitaciones se han registrado en regiones del sur y sureste del país, anticipando un ciclo pluvial que este año podría estar marcado por una alta variabilidad atmosférica en el clima de México.
Con el avance de esta temporada de lluvias, autoridades y especialistas en meteorología advierten sobre la necesidad de monitorear constantemente los patrones climáticos. Esto se debe a que México ha entrado en una fase de transición dentro del sistema climático global, lo cual podría modificar sustancialmente la distribución y frecuencia de las precipitaciones en los próximos meses.
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¿Qué quiere decir que México entró en Fase Neutra
De acuerdo con expertos del clima en México, actualmente el país se encuentra bajo los efectos de la llamada fase Neutra del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). Esta etapa, declarada tras el retiro de La Niña, se caracteriza por la ausencia de influencias marcadas en las temperaturas del océano Pacífico, lo que elimina los factores predecibles que usualmente afectan el clima en México.
La fase Neutra no representa estabilidad, sino todo lo contrario. Se trata de un periodo en el que el comportamiento climático se vuelve menos predecible, aumentando la probabilidad de temporada de lluvias irregulares, temperaturas extremas y una mayor dificultad para anticipar la formación de huracanes. En este contexto, los modelos meteorológicos pierden precisión, sobre todo durante la conocida “barrera de previsibilidad de primavera”, que complica aún más las proyecciones para el verano.
De acuerdo con estimaciones recientes de organismos internacionales como la NOAA y la NASA, este estado de neutralidad climática podría extenderse hasta el otoño de 2025, abarcando gran parte del próximo ciclo agrícola y de huracanes. En el caso específico de mayo, se prevé la presencia de alrededor de 90 a 110 eventos de lluvia significativos en el país, distribuidos de manera desigual y con mayor concentración en el sur, centro y oriente de México.
Estas precipitaciones no seguirán patrones tradicionales. Se espera que ocurran de forma dispersa y sin una secuencia estable, lo cual podría afectar zonas agrícolas dependientes del agua estacional y complicar la planificación de actividades productivas. Las regiones del norte y noroeste podrían experimentar precipitaciones por debajo del promedio, mientras que otras áreas podrían registrar tormentas intensas en lapsos muy cortos.
Además de la distribución irregular de lluvias, la fase Neutra puede propiciar escenarios extremos en distintas zonas del país. Algunas regiones enfrentarán olas de calor prolongadas, mientras que otras podrían registrar descensos abruptos de temperatura, sin un patrón climático uniforme que permita anticipar estas variaciones.
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