Durante más de dos décadas, Wikipedia fue la referencia espontánea del conocimiento digital. Su misión era simple: cualquiera podía escribir, editar y corregir, bajo la vigilancia colectiva de miles de voluntarios. Ese modelo abierto, que encarnaba el ideal democrático de Internet, permitió construir más de 60 millones de artículos en casi 300 idiomas con un nivel de precisión sorprendente para un equipo de colaboradores en el que no todos son profesionales.
Pero la era de la inteligencia artificial (IA) está alterando el equilibrio. En octubre de este año Elon Musk lanzó Grokipedia, una enciclopedia “alternativa” creada por su empresa xAI, promotora del chatbot Grok. Musk la presentó como una plataforma más veraz y menos “progresista” que Wikipedia. Desde entonces, ambas encarnan una nueva disputa: ¿puede la IA reemplazar a la comunidad humana como fuente confiable del conocimiento?
Dos orígenes, dos visiones del saber
Wikipedia nació de un ideal colectivo: la convicción de que la verdad puede construirse de manera colaborativa. Su contenido es redactado y revisado por voluntarios, bajo un sistema de verificación comunitaria y normas de neutralidad. Las fuentes deben ser confiables y cualquier usuario puede cuestionar o corregir un texto.
Grokipedia, en cambio, surge de un modelo radicalmente distinto. Su contenido es generado automáticamente por Grok, desarrollada por xAI. Según la empresa, el sistema busca integrar información actualizada y reducir el sesgo político de Wikipedia. Sin embargo, no está claro quién revisa o supervisa los textos producidos.
En lugar de depender de una comunidad global, Grokipedia deposita su confianza en una máquina —y en los criterios editoriales de una sola empresa. En la práctica, no es solo una enciclopedia: es un experimento en torno a la forma en que la IA reconfigura la autoridad del conocimiento. Donde Wikipedia se apoya en el consenso, Grokipedia se apoya en el algoritmo.
La batalla por las fuentes y la verificación
El prestigio de Wikipedia descansa en su sistema de referencias. Cada afirmación debe sustentarse con fuentes externas verificables y su proceso de edición es público. El usuario puede ver quién escribió qué, cuándo lo hizo y qué cambios se discutieron. Es un mecanismo imperfecto, pero transparente.
Grokipedia, por su parte, promete un modelo similar: afirma incluir citas y enlaces a sus fuentes. Sin embargo, muchos de sus artículos parecen derivados directamente de Wikipedia, sin mejoras sustantivas en precisión o profundidad. Peor aún, la verificación por parte de Grok no está claramente explicada. No hay un registro de revisión, ni nombres de editores, ni un historial público de cambios.
En un contexto donde la desinformación digital se expande, esta falta de trazabilidad resulta problemática. Grokipedia se presenta como más “veraz”, pero no ofrece pruebas de su proceso de validación. En otras palabras, pide confianza sin transparencia, lo opuesto al principio fundacional de Wikipedia.
Interfaz, acceso y código: la forma también comunica
En su diseño, ambas plataformas reflejan sus filosofías. Wikipedia mantiene una interfaz clásica: texto, imágenes, enlaces y elementos multimedia. Su estética es austera pero funcional; privilegia el contenido sobre la forma. Grokipedia adopta una estética minimalista y casi ascética. No hay imágenes ni multimedia, solo texto con encabezados y citas.
Es un entorno limpio, pero también más rígido. Donde Wikipedia invita a explorar, Grokipedia impone un recorrido. En términos de acceso, ambas se presentan como gratuitas y de código abierto.
Sin embargo, Wikipedia es un proyecto consolidado y plenamente abierto, mientras que Grokipedia —aún en versión 0.1— no ha liberado por completo su código ni sus algoritmos de generación. Su apertura es, por ahora, promesa más que realidad. El contraste no es trivial: en la cultura digital, la apertura del código equivale a la apertura del conocimiento.
Y aunque Grokipedia se anuncia como libre, su dependencia de un ecosistema controlado por Musk plantea dudas sobre su verdadera autonomía.
Tamaño y alcance: David contra Goliat
Wikipedia es un coloso del conocimiento. Solo en inglés, supera los 7 millones de artículos. Grokipedia, en el momento de su lanzamiento, apenas alcanzaba los 885 mil textos; la mayoría generados a partir de fuentes ya existentes.
El tamaño, sin embargo, no lo es todo. Grokipedia aspira a ser más actualizada y sintética, aprovechando la capacidad de Grok para procesar información en tiempo real. Si logra mantener precisión y coherencia, podría ofrecer una ventaja competitiva en temas dinámicos —por ejemplo, ciencia, política o tecnología— donde Wikipedia suele tardar horas o días en reflejar cambios recientes.
Aun así, el riesgo es evidente: la rapidez de la IA puede amplificar errores con una velocidad imposible de corregir manualmente. Sin un sistema sólido de revisión humana, la inmediatez puede convertirse en desinformación acelerada.
Filosofía editorial: neutralidad versus verdad
La diferencia más profunda no está en la tecnología, sino en la filosofía editorial. Wikipedia busca la neutralidad, entendida como la exposición equilibrada de puntos de vista relevantes, sin favorecer ninguno. Esa neutralidad imperfecta ha sido criticada desde todos los frentes políticos, pero sigue siendo su principio rector.
Grokipedia, en cambio, se define como una alternativa “menos progresista y más veraz”. Musk, crítico frecuente de lo que llama “sesgos ideológicos” en Wikipedia, plantea su enciclopedia como un antídoto contra la corrección política. Esa retórica ha generado entusiasmo en ciertos sectores, pero también preocupación entre académicos y expertos en información.
La noción de una enciclopedia “más veraz” parte de una premisa peligrosa: que la verdad es una propiedad ideológica. La historia demuestra que los regímenes que prometieron controlar la verdad acabaron controlando la información. En ese sentido, Grokipedia no solo desafía a Wikipedia, sino al principio mismo del pluralismo digital.
Musk y el poder de definir el conocimiento
El proyecto Grokipedia se inscribe en una estrategia más amplia de Musk: redefinir los flujos de información. Con X (antes Twitter), controla una de las principales plataformas de conversación pública; con Grok, un sistema de generación de texto que interpreta y responde al instante, y con Grokipedia, una base de conocimiento estructurada que podría alimentar a ambos.
En conjunto estas herramientas le permiten construir un ecosistema cerrado de información, donde los usuarios leen, discuten y aprenden dentro del universo Musk. Si ese ecosistema se impone, la frontera entre información, opinión y propaganda se volverá más difusa que nunca.
Grokipedia no es un proyecto menor: es la pieza que da legitimidad enciclopédica a ese ecosistema. La pregunta ya no es si puede reemplazar a Wikipedia, sino qué significa que un solo empresario tenga la capacidad de rediseñar la arquitectura del conocimiento global.
El riesgo de la homogeneización digital
Si Wikipedia representó la pluralidad de voces, Grokipedia podría inaugurar la era del monocultivo informativo. En ella, los textos serían coherentes, pero uniformes; precisos, pero ideológicamente filtrados.
El problema no es que la IA organice la información —eso puede ser útil—, sino que determine qué versiones del mundo son válidas. Cuando la IA se convierte en árbitro del saber, la diversidad epistemológica —la posibilidad de pensar distinto— corre peligro.
Wikipedia puede ser caótica, pero ese caos es también una forma de libertad. Grokipedia promete orden, pero el orden absoluto suele tener un costo: la eliminación del disenso.
Entre el algoritmo y la comunidad
El enfrentamiento entre Wikipedia y Grokipedia no es solo tecnológico: es un choque de modelos de sociedad. Uno cree en la colaboración horizontal; el otro, en la inteligencia centralizada. Uno confía en el juicio colectivo; el otro, en la precisión algorítmica.
Ambos tienen virtudes y defectos. Wikipedia puede ser lenta, sesgada y vulnerable al vandalismo; Grokipedia puede ser rápida, precisa y también profundamente opaca. Pero el conocimiento no es solo cuestión de eficiencia: es un proceso social, una construcción compartida.
Si dejamos que las máquinas decidan qué es lo verdadero, renunciamos a la dimensión humana del saber. La tarea no es sustituir a Wikipedia por Grokipedia, sino aprender a integrar la IA sin perder la inteligencia colectiva.
Custodiar la verdad, no automatizarla
La disputa entre Wikipedia y Grokipedia es más que una rivalidad tecnológica: es una lucha por el modelo de confianza del siglo XXI. Wikipedia representa la transparencia del debate público; Grokipedia, la eficiencia del cálculo privado. Una se construye desde abajo; la otra, desde el poder.
Quizá el futuro del conocimiento dependa de encontrar un punto intermedio: aprovechar la precisión de la IA sin sacrificar la pluralidad humana. Porque si la verdad termina siendo propiedad de una máquina —o de su dueño—, el problema no será qué enciclopedia leer, sino quién nos permitirá seguir pensando por nuestra cuenta.
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