El año 2025 trae a México una sorpresa incómoda para los defensores más puristas del Bitcoin: aunque la criptomoneda original sigue acaparando los reflectores, la gente ya no se conforma con comprar únicamente ésta. Cada vez más usuarios miran hacia un menú diverso de criptoactivos.
No es solo moda: los datos muestran un creciente interés, aunque la adopción de criptomonedas aún es baja si se considera a la población total de México.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024, citada por medios especializados, reveló que 2.1% de los mexicanos ya ha comprado o invertido en criptomonedas. Puede parecer poco, pero representa millones de personas y lo interesante es que el debate público crece: cada vez se habla más de las llamadas altcoins, es decir, todas las monedas digitales que no son Bitcoin ni stablecoins.
Un portafolio que se diversifica
En México se observa una tendencia clara hacia la diversificación. El informe Panorama Cripto en América Latina publicado por Bitso en 2025, mostró que las stablecoins concentran 36% de las compras de cripto en el país, con USDC a la cabeza. Después aparecen Bitcoin, XRP y Ethereum.
La señal es evidente: el mexicano promedio ya no compra criptomonedas solo por convicción ideológica o por la esperanza de “aguantar” hasta que suba el precio. Hoy las buscan también por su utilidad práctica, como pagar, enviar dinero o protegerse frente a una devaluación del peso.
Las remesas, un motor clave
Para entender este interés hay que mirar a un rasgo fundamental de nuestra economía: las remesas. En 2024 alcanzaron un nuevo récord de 64,745 millones de dólares, de los cuales más del 99% llegaron por transferencias electrónicas, según el Banco de México.
En el primer semestre de 2025, el flujo rondó los 30 mil millones. Estas cifras explican por qué tantas personas buscan alternativas más rápidas y baratas para mover dinero: las stablecoins permiten enviar “dólares tokenizados” en minutos, a una fracción del costo de los métodos tradicionales.
Regulación: distancia prudente
Desde 2018, tanto el Banco de México como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores han mantenido lo que llaman una “sana distancia” con los activos virtuales. Esto significa que las instituciones financieras autorizadas no pueden vender criptomonedas al público, aunque sí pueden usarlas para fines internos previa la obtención de una autorización específica.
La regulación mexicana pone el énfasis en prevención de lavado de dinero, conocimiento del cliente (KYC) y advertencias sobre riesgos como la volatilidad. No prohíbe la innovación ni los modelos de negocio fuera del sector bancario, pero recuerda constantemente que las criptomonedas no son moneda de curso legal en México.
¿Qué altcoins hacen sentido en México? Con ese contexto, surge la gran pregunta: ¿en cuales altcoins tiene sentido invertir o usar en México en 2025?
Stablecoins: la columna vertebral
Técnicamente, las stablecoins son altcoins. En la práctica, son la pieza clave que conecta la economía en pesos con el mundo digital. USDC y USDT dominan las compras y cumplen varias funciones:
- Guardar valor en dólares digitales.
- Hacer pagos y transferencias internacionales.
- Manejar la tesorería de empresas con menos costo.
El riesgo principal de las stablecoins es la confianza en la solidez financiera del emisor y en la regulación futura. Sin embargo, al día de hoy ninguna otra altcoin resuelve problemas tan concretos en México como las stablecoins.
Ethereum: la infraestructura del futuro
Ethereum (ETH) no solo es una moneda: es una plataforma que permite utilizar contratos inteligentes, aplicaciones financieras descentralizadas y tokenización.
Cada ciclo alcista de altcoins ha estado marcado por un repunte de ETH frente a Bitcoin. Para usuarios y emprendedores mexicanos, significa algo más que volatilidad: es la base sobre la que se construyen aplicaciones de pagos, certificaciones y cada vez más tokenizaciones de activos del mundo real.
Solana: rapidez y bajo costo
En una economía donde abundan los pagos pequeños, Solana (SOL) ofrece lo que muchos buscan: comisiones de centavos y transferencias casi instantáneas. Su uso en América Latina ha crecido en pagos y en videojuegos, sectores muy ligados a los jóvenes conectados desde el celular. Su reto es demostrar que puede ser tecnológicamente estable y permitir la descentralización a gran escala.
XRP: la autopista de remesas
XRP es un caso especial en México. Su diseño como red para pagos internacionales encaja perfectamente con un país que recibe miles de millones de dólares en remesas. Las conversiones rápidas y la liquidez peso/dólar explican por qué es una de las criptomonedas más operadas en el país. Su atractivo es económico: reducir fricciones y abaratar cruces de divisas.
Chainlink: el puente con la realidad
Menos visible para el usuario común, Chainlink (LINK) es fundamental: conecta los contratos inteligentes con datos reales, como precios de mercados o condiciones climáticas. Para México, donde el sector agropecuario y las empresas empiezan a explorar seguros y contratos basados en blockchain, contar con oráculos confiables es indispensable.
ONDO: cripto se encuentra con Wall Street
ONDO representa la convergencia entre cripto y finanzas tradicionales: ofrece bonos del Tesoro y cuentas casi equivalentes a efectivo, pero en versión tokenizada. Para tesorerías mexicanas que ya usan stablecoins, este puede ser el paso lógico: mover liquidez en dólares con rapidez y reglas claras.
Aptos y NEAR: facilidad para el usuario
Estas blockchains de nueva generación compiten por lograr que utilizar cripto sea tan sencillo como abrir una app en el celular. Para un país joven y digital como México, si logran que las carteras digitales sean intuitivas y las comisiones se reduzcan al mínimo, su uso podría masificarse para realizar pagos, programas de lealtad o videojuegos.
Stacks: expandir a Bitcoin
Stacks (STX) busca darle más funcionalidades a Bitcoin, permitiendo programar sobre su blockchain. En México, donde hay una base fuerte de entusiastas de Bitcoin, STX puede ser atractivo para quienes quieren hacer más con su “oro digital” sin dejar de usarlo como referencia.
Regulación y obligaciones fiscales
Conviene insistir en algo: ninguna de estas monedas tiene reconocimiento oficial como moneda en México. Las autoridades permiten su uso solo dentro de un marco limitado y siempre bajo vigilancia en temas de fraude, lavado de dinero y trazabilidad de operaciones.
En lo fiscal, México no cuenta con normatividad específica para cripto pero sí grava los ingresos obtenidos por compraventa, servicios pagados en cripto o rendimientos obtenidos. Todo se acumula para fines del impuesto sobre la renta y, en algunos casos, también para propósitos del IVA. La recomendación práctica es llevar un registro detallado de las operaciones realizadas, en pesos: fecha, plataforma, monto y comisiones.
¿Estamos en altseason? Muchos analistas creen que sí, las señales son claras:
- La dominancia de Bitcoin en el mercado está bajando.
- Ethereum gana terreno frente a BTC.
- Varias altcoins han registrado subidas de dos dígitos.
Pero lo verdaderamente importante no es acertar el momento exacto, sino distinguir qué monedas resuelven problemas reales en México —como remesas, pagos empresariales, tokenización o conexión con datos externos— frente a aquellas que solo se sostienen en la moda pasajera.
Una canasta mexicana de altcoins
Si hubiera que diseñar una cartera “típicamente mexicana” basada en funcionalidad, podría verse así:
- USDC/USDT: columna vertebral para transacciones y resguardo.
- Ethereum (ETH): infraestructura para construir.
- Solana (SOL): pagos baratos y rápidos.
- XRP: eficiencia en remesas y cruces con pesos.
- Chainlink (LINK): soporte invisible para contratos inteligentes.
- ONDO, Aptos/NEAR y Stacks (STX): apuestas de vanguardia, con riesgos más altos.
México: un laboratorio cripto
Nuestro país es un terreno único: millones de usuarios digitales, un volumen histórico de remesas y un ecosistema fintech muy dinámico. No es casual que las altcoins hayan pasado de ser un tema de nicho a formar parte de conversaciones familiares, empresariales y hasta de política pública.
El verdadero reto no es perseguir la moneda de moda, sino hacer la pregunta correcta: ¿qué problema real me resuelve este activo? Si la respuesta es clara, como ya ocurre con las stablecoins en el envío de remesas o la gestión de tesorería, la decisión será más informada.
Si la respuesta es vaga, probablemente sea la euforia la que hable más fuerte que la utilidad. En el mundo cripto, como en la vida, la claridad rinde mejores frutos que la prisa.
Aviso importante: esta columna constituye únicamente una opinión y no una recomendación financiera. Si decide operar con criptoactivos en México, hágalo en plataformas que cumplan con la regulación, documente sus operaciones y atienda sus obligaciones fiscales. Las criptomonedas son activos de muy alto riesgo y cabe la posibilidad de que toda la inversión en ellas podría perderse.
Precio de Bitcoin de hoy
Puede ver el precio de hoy de Bitcoin aquí, así como también el precio de hoy de Ethereum y de las principales criptomonedas. Por Emilio Carrillo Peñafiel, socio de Pérez Correa-González, abogado especializado en temas de financiamiento, tecnología y fusiones y adquisiciones.
X: @ecarrillop | Sitio web: pcga.mx