La generación Z está reescribiendo el significado del trabajo en Silicon Valley.
Una nueva generación de fundadores de startups veinteañeros ha tomado San Francisco con un lema radical: cero alcohol, cero descanso y cero distracciones.
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Según un reportaje de The Wall Street Journal, estos jóvenes emprendedores viven jornadas de hasta más de 90 horas semanales con el objetivo de construir startups de inteligencia artificial que alcancen el estatus de ‘unicornio’ con valoraciones de miles de millones de dólares.
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El fenómeno, descrito como un estilo de vida “monje-hacker”, marca un cambio cultural frente al clásico “work hard, play hard” que definió a los millennials en la década pasada.
Ahora, la nueva generación parece convencida de que la única forma de ganarle a la IA es trabajar más que ella.
¿Cómo es la rutina de trabajo de un monje-hacker?
El WSJ perfila casos como el de Marty Kausas, de 28 años, fundador de la startup Pylon, quien asegura haber trabajado 92 horas semanales durante tres semanas seguidas. Su rutina incluye dormir en la oficina, comer una vez al día alimentos preparados que pide por Uber Eats y rechazar vacaciones “porque interrumpen el progreso”.
Otros jóvenes fundadores, como Emily Yuan y Nico Laqua, cofundadores de Corgi —una startup de infraestructura financiera con IA—, viven bajo el mismo credo. Yuan abandonó Stanford para dedicarse por completo al emprendimiento y Laqua exige a sus empleados trabajar siete días a la semana. Su bienvenida incluye un colchón para dormir en la oficina.
Este ecosistema de fundadores comparte una filosofía casi ascética: minimizar distracciones para maximizar resultados. La vida social se limita a hackatones, lecturas colectivas o entrenamientos compartidos en oficinas.
Muchos de estos jóvenes incluso han renunciado al alcohol, alineándose con una tendencia generacional: según Gallup, sólo el 54% de los adultos estadounidenses bebe actualmente, la cifra más baja en casi 40 años.
La nueva tendencia ‘996’
Silicon Valley se ha transformado en un laboratorio social donde la frontera entre trabajo y vida personal desaparece. En edificios reconvertidos en viviendas colectivas, decenas de fundadores duermen en cápsulas y comparten escritorios con la vista puesta en el próximo unicornio de IA.
El modelo más citado es el “996”: trabajar de 9 a.m. a 9 p.m., seis días a la semana, una fórmula importada de la cultura tecnológica china que ahora inspira a los jóvenes de Silicon Valley.
El periódico señala que, en redes como X y LinkedIn, cada vez más empresas publican vacantes que requieren disponibilidad total, reflejando un nuevo estándar en la industria tecnológica.
El auge de la inteligencia artificial ha intensificado esta mentalidad. Para muchos inversionistas, la actual “ventana de oportunidad” para dominar la IA equivale al nacimiento del internet en los años 90. Quienes logren lanzar productos antes de la competencia podrían asegurar ventajas estructurales en datos y capital.
Entre la ambición y el agotamiento: ¿es sostenible este ritmo?
El entusiasmo de la Gen Z por redefinir el éxito tecnológico también genera preocupaciones.
Expertos advierten que la glorificación del agotamiento puede derivar en una crisis de salud mental y pérdida de creatividad.
“El enfoque extremo recuerda a los primeros años de PayPal, pero con la presión multiplicada por la velocidad de la IA”, comenta el socio de Y Combinator, Jared Friedman, citado por WSJ.
La “cultura del ajetreo” —también conocida como hustle culture—, antes criticada por su impacto tóxico, resurge con una nueva narrativa de propósito: trabajar más para no quedar rezagado ante las máquinas.
Sin embargo, algunos analistas señalan que, a largo plazo, las jornadas sin descanso pueden erosionar la innovación que Silicon Valley necesita para sobrevivir.
Preguntas frecuentes
- ¿Qué es la jornada laboral 996? Es un modelo de trabajo originario de China que implica trabajar de 9 a.m. a 9 p.m., seis días a la semana. Hoy está ganando terreno entre las startups tecnológicas de San Francisco.
- ¿Por qué los fundadores Gen Z adoptan este estilo de vida? Buscan construir compañías de inteligencia artificial antes de que la competencia o la automatización los rebasen.
- ¿Qué riesgos conlleva esta tendencia? El principal peligro es el agotamiento extremo (burnout), además de un impacto negativo en la salud mental y la erosión de la creativas e innovación en el ecosistema tecnológico.
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