Aunque la gran mayoría de la comunidad científica está convencida de que el 3I/ATLAS es un cometa interestelar, otros científicos como Avi Loeb no descartan que el origen del cuerpo celeste sea artificial y que esté acercándose a Júpiter; el planeta más grande de la Vía Láctea para liberar dispositivos tecnológicos.
El astrofísico de Harvard cree que el 3I/ATLAS no es un cometa interestelar sino más bien una nave nodriza alienígena debido a las múltiples anormalidades del objeto.
De acuerdo con Avi Loeb, en las próximas semanas, el 3I/ATLAS se estará acercando a Júpiter. La fecha prevista para el encuentro con el planeta más grande de nuestro Sistema Solar es el 16 de marzo de 2026.
Para el astrofísico, el acercamiento del cometa a Júpiter podría tener la intención de lanzar dispositivos tecnológicos como satélites artificiales en este planeta.
El científico también cree que el 3I/ATLAS lejos está de ser un objeto natural debido, entre otras cosas a su trayectoria retrógrada, misma que está alineada a 5 grados con el plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol, lo que sugiere que el recorrido puede haber sido diseñado.
Otra anomalía detectada por Avi Loeb es que el núcleo del 3I/ATLAS es aproximadamente un millón de veces más masivo que 1I/Oumuamua y mil veces más masivo que 2I/Borisov, a la vez que se mueve más rápido que ambos. La falta de suficiente material rocoso en el espacio interestelar para liberar una roca de esta masa sugiere que el objeto podría haber tenido como objetivo el sistema solar interior.
Para el astrofísico de Harvard otra anomalía es la columna de gas que rodea al 3I/ATLAS, pues contiene mucho más níquel que hierro, similar a las aleaciones de níquel producidas industrialmente, lo que podría indicar un origen artificial. A esto se le suma que el objeto presentó un chorro en dirección al Sol, o anticola durante julio, agosto y noviembre de 2025.
A diferencia de miles de cometas conocidos, este chorro no es una ilusión óptica. Una imagen de HiRISE tomada cerca de Marte confirmó una extensión brillante delante del 3I/ATLAS a lo largo de su dirección de movimiento. En el caso de un objeto tecnológico, esto podría ser un haz de luz o partículas utilizadas para mitigar el riesgo de micrometeoritos.
Otras anomalías menores detectadas son que el objeto brilló más rápido que cualquier cometa conocido y fue más azul que el Sol cerca del perihelio, lo que podría indicar que su motor se activó. Además, los chorros observados podrían provenir de propulsores tecnológicos, ya que requerirían una superficie excesivamente grande para que un cometa natural genere suficiente flujo de masa por sublimación.
La aceleración no gravitacional observada requeriría una evaporación masiva para un cometa natural; sin embargo, imágenes preliminares muestran que el 3I/ATLAS mantuvo su integridad.
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